Letizia, mala fama y mote en la universidad: la llamaban la mellada y lo hacía todo por el dinero

Los compañeros de Letizia nunca guardaron buen recuerdo de ella

Letizia, mala fama y mote en la universidad: la llamaban la mellada y lo hacía todo por el dinero

No siempre fue reina. No siempre fue el rostro perfecto que hoy mira desde las portadas. Antes de Letizia hubo una chica común, con mochila al hombro, viajando en autobuses abarrotados y tratando de encontrar su lugar entre miradas que, la mayoría de las veces, no eran amables. Esa parte de su historia no aparece en los discursos ni en los retratos oficiales, pero existe. Y es, quizá, la que más ha marcado a la mujer que hoy ocupa el trono.

Nacida en una familia modesta y formada en colegios públicos, Letizia Ortiz aprendió pronto que destacar tenía un precio. Era lista, ambiciosa, directa… y también distante. Sus compañeros no la buscaban para reírse con ella, sino que la temían un poco. Y en medio de esa adolescencia, hubo un detalle que se convirtió en su punto débil: le faltaba un diente. No un rasguño en el ego, sino un hueco visible que aparecía cada vez que sonreía. Algo de lo que pocos, o ninguno de sus compañeros se olvidan.

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Letizia, la mellada de España

El apodo no tardó en llegar: “la mellada”. Una etiqueta cruel que, según el blog María de Rumanía, resonó en los pasillos de su instituto y marcó para siempre aquella etapa. Incluso hubo quien, con sorna, propuso hacer una colecta para pagarle un implante. Nadie dio un céntimo. El gesto quedó como una burla más, grabada en su memoria que demostraba una triste realidad, Letizia no era una persona querida por nadie en su centro educativo.

Pasaron los años y, con ellos, la oportunidad de borrar esa marca. Ya en su etapa como periodista televisiva, y sobre todo en su salto a la CNN, la Reina, todavía sin corona,  decidió cerrar aquel capítulo con una sonrisa nueva, perfecta, fabricada para no dejar ver nada que no quisiera mostrar.

Así pues, la reina impecable que hoy posa con vestidos de diseñador también fue una joven que conoció la humillación, los complejos y el peso de las burlas. Aunque lo oculte, aunque jamás lo mencione, hubo un tiempo en que Letizia fue “la mellada”. Y hay quienes, todavía, no han olvidado aquel hueco en su sonrisa que tantas risa provocó en su juventud.