Letizia no ha ido a verla a pesar de que se está muriendo: sufre una enfermedad irreversible
Una situación familiar complicada que ha generado preocupación y silencio en algunos miembros de la Casa Real
La reina Letizia ha reducido mucho su agenda oficial. Felipe VI asume ahora la mayoría de los actos. Ella aparece en eventos sobre salud mental, ciencia o enfermedades, pero solo en compromisos puntuales. En lo personal, la distancia pesa más. No ha visitado a Irene de Grecia, la conocida como tía Pecu, a pesar de su grave estado de salud. Tampoco ha permitido que sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, se acerquen a verla.
La tía Pecu sufre un Alzheimer muy avanzado. Ya no puede moverse por sí sola y necesita ayuda para comer, ir al baño o vestirse. Está en una etapa en la que requiere cuidados constantes. Los médicos estiman que le quedan menos de dos años de vida. El silencio de Letizia sorprende. Algunos lo interpretan como frialdad. Irene de Grecia fue muy cercana a Felipe y sus hermanas, casi como una segunda madre. En la familia esperaban una actitud más cercana, especialmente en un momento tan delicado.

Felipe VI, un apoyo firme
Frente a esta ausencia, Felipe VI ha mostrado un compromiso absoluto. Ha puesto a disposición de su tía médicos, enfermeros y especialistas las 24 horas. Incluso se han organizado turnos de enfermeras para que siempre haya alguien a su lado.
Otras figuras de la familia real también están presentes. Las infantas Elena y Cristina, junto a sus hijos, la visitan con frecuencia. Mantienen un contacto constante y cercano.
La reina Sofía, profundamente afectada, no la ha dejado sola. Ha pasado largas temporadas a su lado, renunciando incluso a sus habituales veranos en Marivent para acompañarla día a día. Mientras tanto, Letizia mantiene su distancia. Su presencia se limita a actos públicos y oficiales, sin implicarse en la esfera íntima de la familia en este asunto. Esa postura ha generado comentarios y cierto malestar interno.
La enfermedad de Irene de Grecia avanza sin freno. El apoyo que recibe de Felipe y de otros miembros de la familia es un alivio, pero la ausencia de Letizia y de sus hijas sigue siendo un tema doloroso. En situaciones así, la cercanía emocional se valora tanto como la ayuda médica. Y, en este caso, esa cercanía no ha llegado.