Letizia paga un chalet a Paloma Rocasolano en una de las zonas más ricas de Madrid

Una nueva etapa para Paloma Rocasolano en la capital

Letizia paga un chalet a Paloma Rocasolano en una de las zonas más ricas de Madrid

Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia, se prepara para regresar a Madrid por todo lo alto: estrenando una lujosa vivienda en una de las zonas más exclusivas de la capital. Tras unos años viviendo en la tranquilidad de Los Belones, en Murcia, junto a su pareja Marcus Brandler, Paloma ha optado por un cambio de rumbo que no ha pasado desapercibido. La nueva propiedad, actualmente en proceso de reforma integral, no está vinculada a su pareja y figura a su nombre, reflejando una independencia económica que, en gran parte, se debe a su hija.

Según diferentes fuentes, el chalet ha sido financiado principalmente con dinero de Letizia. Desde su llegada a la Corona como reina consorte, la asturiana ha proporcionado apoyo económico a su madre, no solo como gesto de gratitud por su apoyo familiar, sino también como parte de su deseo de que Paloma mantenga una vida cómoda y estable lejos del foco mediático. A esta contribución se suman los ahorros personales de Rocasolano, fruto de su trayectoria profesional como enfermera y trabajadora social. Cabe destacar que Marcus Brandler no ha participado económicamente en la operación.

Paloma Rocasolano

Una relación compleja con la Casa Real

La historia de Paloma Rocasolano y su cercanía con la Casa Real ha tenido altibajos. Durante los primeros años de reinado, fue una figura habitual en Zarzuela, especialmente involucrada en la crianza de las infantas Leonor y Sofía. Letizia siempre confió más en su madre que en otros miembros de la familia real para el cuidado de sus hijas, y eso la convirtió en una presencia constante en palacio. Sin embargo, tras diversas tensiones internas y los rumores en torno a Jaime del Burgo, su presencia fue disminuyendo hasta desaparecer casi por completo del entorno oficial.

Felipe VI, en su intento por marcar límites claros entre lo institucional y lo familiar, promovió cambios que afectaron directamente a la familia Ortiz Rocasolano. Desde entonces, Paloma ha mantenido un perfil bajo, respetando la distancia sugerida por su hija. La compra del chalet en Madrid, sin embargo, marca un nuevo capítulo: lejos ya de Zarzuela, pero sin renunciar a una vida cómoda y estable, Paloma vuelve a la capital, esta vez con un hogar propio y sin la necesidad de depender de la Casa Real.