Letizia pierde las formas y la buena educación con Felipe VI en la peor pelea que se recuerda en Zarzuela

Felipe VI ha vuelto a permitir que sus sobrinos vuelvan a vivir en Zarzuela

Letizia pierde las formas y la buena educación con Felipe VI en la peor pelea que se recuerda en Zarzuela

Se presenta un verano más que interesante en Zarzuela, la llegada de personajes tan pintorescos como Miguel Urdangarin, Irene Urdangarin o Victoria Federica hace que la residencia real pueda acabar siendo lo más parecido a un auténtico circo o a una casa de los horrores. Una situación que no hace ninguna gracia a la reina Letizia, que no soporta ver cómo sus sobrinos disfrutan del verano aprovechando todas las comodidades de Zarzuela, como si de un hotel se tratara. Una situación que genera un gran malestar en la esposa de Felipe VI, que ya le ha hecho saber que no va a tolerar esas pésimas decisiones por parte de su marido.

De hecho, tal y como informan fuentes muy cercanas a Zarzuela, Letizia no ha dudado en hacerle saber a Felipe VI que no está nada satisfecha con esto de que todo el que quiera va a poder pasar unos días, unos meses o el tiempo que quiera en la residencia real. Algo que Letizia no soporta y hace que pierda los nervios y todas sus buenas formas.

Reyes

Letizia acabó a gritos con Felipe VI

En este sentido, después de enterarse de que Felipe VI había acabado dando el visto bueno al regreso de Miguel, Irene y Victoria a Zarzuela, la reina Letizia mostró todo su enfado a Felipe VI. Le dijo que era un blando y que era intolerable que permitiera que usaran Zarzuela como si de un hotel se tratara. Estaba maltratando la residencia y lo acusó de ser un mentiroso, ya que le había prometido ser mucho más duro en esta ocasión.

Sin embargo, Felipe VI no aceptó que sus sobrinos volvieran a Zarzuela por gusto, sino que lo acabó aceptando por el bien de su madre. La reina Sofía lo ha estado pasando muy mal y necesita tener compañía, por lo que tener cerca a sus nietos es algo que le puede acabar salvando la vida y dando un verano mucho más alegre.

Una explicación que nunca convenció a Letizia, a la que no le importa nada la salud de su suegra. Lo que acabó provocando que Felipe VI se pusiera hecho un basilisco. Algo que pocos habían visto en Zarzuela y que hizo que la discusión terminara de inmediato.