Letizia, protagonista para mal en el acto con Amenábar; Casa Real pide disculpas
Un gesto de Letizia durante el homenaje a Amenábar genera comentarios
Este martes, durante el homenaje que rindió el mundo del cine al director Alejandro Amenábar en Tudela (Navarra), la presencia de la Reina Letizia quedó marcada por una actitud que ha generado críticas y especulaciones. Lo que en principio debía ser una ceremonia de respeto y reconocimiento artístico, derivó en un episodio incómodo: la Reina pareció mostrarse distante, altiva, manteniendo una actitud fría e impasible. Algunos testigos relatan que su contacto se limitó únicamente al director, sin dirigir una mirada ni un saludo al público que aguardaba fuera del cine, como si quisiera evitar cualquier vínculo más allá del acto estrictamente protocolario.
Este comportamiento no pasó inadvertido: muchos interpretaron esa frialdad como un desprecio deliberado hacia quienes aguardaban su llegada, algo inesperado en un evento tan público y simbólico. Aunque Doña Letizia ha asistido en diversas ocasiones a galas, premios y homenajes, su postura ahora fue objeto de reproche. Según fuentes, solo intercambio palabras con Amenábar, a quien conoce desde hace años, y apenas se dirigió a nadie más. El gesto fue considerado por algunos como un menosprecio innecesario, que rompió la imagen habitual de cercanía y cordialidad.

La reacción institucional: disculpas desde la Casa Real
El revuelo generado tras este incidente ha obligado a la Casa Real a salir al paso con una petición formal de disculpas, un gesto poco habitual en estos entornos. Según fuentes mediáticas, la Casa Real ha reconocido que la actitud de la Reina en Tudela no fue la más afable ni representativa de los valores de la institución, y ha lamentado la impresión que pudo dar a los ciudadanos. La disculpa pone de manifiesto su empeño por amortiguar el malestar generado, tanto entre quienes aguardaban fuera del acto como entre la opinión pública.
Este episodio plantea preguntas incómodas sobre el papel mediático de la monarquía: ¿la representación institucional debe primar por encima de la cercanía humana? ¿Puede un acto protocolario justificar cierto distanciamiento social? Lo cierto es que la imagen proyectada hoy, una Reina aparentemente despegada, presente solo con Amenábar, ha dejado un regusto negativo para muchos.
En un país donde la monarquía busca mantenerse cercana y relevante, este incidente puede interpretarse como un paso en falso. La disculpa de la Casa Real se recibe como un intento de reparar el daño mediático, aunque no logra borrar la sensación de incomodidad que muchas personas compartieron ese día en Tudela.