Los hermanos Urdangarin tienen un segundo padre

Nicolás Murga fue mucho más que un simple asistente de la familia

Los hermanos Urdangarin tienen un segundo padre

La historia de los hijos de la infanta Cristina no puede entenderse sin mencionar a una figura que, aunque discreta, ha sido esencial en su vida. Y es que, mientras la sombra del rey Juan Carlos I ha planeado siempre sobre la familia, hubo alguien que se convirtió en mucho más que un asistente o un confidente del emérito: el coronel Nicolás Murga. Para los Urdangarin, él ha sido, en muchos momentos, ese segundo padre que siempre estuvo cuando más lo necesitaban.

La realidad es que criar a cuatro hijos en medio de escándalos judiciales, distancias y silencios no fue tarea fácil para Cristina ni para Iñaki Urdangarin. En ese contexto, Murga asumió un papel inesperado. No solo se ocupó de cuestiones logísticas o económicas, sino que se implicó emocionalmente en el día a día de los jóvenes. Les acompañó en sus estudios, se preocupó por sus amistades y hasta ejerció de mediador cuando la comunicación con su abuelo, el emérito, se rompía.

Cris

Un hombre de la máxima confianza de Juan Carlos I

De este modo, Nicolás Murga, coronel del Ejército del Aire, pasó de ser un nombre desconocido para la opinión pública a convertirse en parte de la intimidad de los nietos de Juan Carlos I. Ellos mismos lo llaman “Nico”, y lo sienten como familia. Ha estado en sus cumpleaños, ha asistido a reuniones escolares y hasta ha acudido a la universidad para hablar con profesores cuando alguno de ellos atravesaba un bache académico. En palabras de una fuente cercana, “les da consejos, los escucha y les ofrece la cercanía que a veces no han encontrado en su entorno más próximo”.

Y es que no se trata solo de apoyo material. El coronel fue un sostén emocional en etapas en las que los jóvenes lidiaban con el peso mediático de ser hijos de una infanta y de un padre condenado. En esos momentos de incertidumbre, Murga se convirtió en un refugio, en alguien que ofrecía normalidad en medio del caos. Su figura, aunque polémica por las investigaciones que han rodeado sus finanzas, ha dejado una huella imposible de borrar en la vida de los Urdangarin.

Así pues, los hermanos han crecido sabiendo que, más allá de los apellidos y de la corona, siempre han tenido a su lado a un hombre que los cuidó como si fueran suyos. Un segundo padre que, desde la sombra, ha marcado su camino y que hoy sigue siendo pieza clave en su equilibrio personal.