Los hijos Ainhoa Armentia están en pie de guerra contra los de Iñaki Urdangarin

El vínculo entre los hijos de Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangarin sigue siendo una misión imposible

Los hijos Ainhoa Armentia están en pie de guerra contra los de Iñaki Urdangarin

La relación entre Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangarin sigue avanzando, pero hay un problema que no logran resolver: la mala relación entre sus hijos. Desde que comenzaron su historia de amor, los hijos de ambos han evitado cualquier contacto. La tensión ha ido en aumento y la convivencia entre estas dos familias parece cada vez más imposible.

Un desprecio que ha encendido la guerra

Desde el principio, los hijos de Urdangarin han mostrado una actitud de rechazo absoluto. No han querido conocer a Ainhoa ni a sus hijos y han marcado una clara distancia con la nueva pareja de su padre. No hay interés en forjar una relación ni el más mínimo intento de acercamiento.

Para ellos, su madre, la infanta Cristina, sigue siendo su prioridad. Cualquier gesto que pudiera interpretarse como aceptación de la nueva relación de Iñaki se ve como una traición. Su postura es firme: no necesitan a Ainhoa ni a sus hijos en sus vidas.

Iñaki

Esta frialdad ha dolido especialmente en el entorno de Ainhoa. Sus hijos sienten que no solo los ignoran, sino que los desprecian. Creen que los hijos de Iñaki los miran por encima del hombro y los consideran inferiores. No los ven como familia ni quieren compartir espacios con ellos.

La tensión ha ido en aumento y, lejos de mejorar con el tiempo, la situación se ha vuelto insostenible. Lo que comenzó como un simple distanciamiento ha terminado en una guerra abierta entre los hijos de ambas partes.

Dos familias completamente separadas

El conflicto ha complicado aún más la relación de Ainhoa e Iñaki. Mientras el exjugador de balonmano ha intentado acercar posturas, sus esfuerzos han sido en vano. Con el hijo menor de Ainhoa ha logrado cierta conexión, pero el mayor sigue sin aceptarlo en su vida.

Por otro lado, la relación entre los hijos de ambos es inexistente. No se ven, no hablan y no tienen intención de hacerlo en el futuro. Para los hijos de Ainhoa, los de Iñaki han dejado claro desde el primer momento que no los consideran parte de su familia. Y después de sentirse rechazados, tampoco quieren intentarlo.