Los médicos de Juan Carlos I son los que han pedido a la familia que lo saque de Abu Dabi
Los últimos pronósticos médicos de Juan Carlos I son muy pesimistas

Hace ya varios meses que venimos hablando del empeoramiento progresivo de Juan Carlos I. El emérito se sigue resintiendo de la gravedad de los problemas físicos que arrastra desde hace ya varios años. Los cuales, más allá de lastrar su movilidad, han acabado haciendo que Don Juan Carlos haya ido perdiendo el ánimo y a raíz de ahí, haya protagonizado un bajón general que ha hecho que salten todas las alarmas en Zarzuela. Y es que, como apunta Diego Arrabal, el padre de Felipe VI se va apagando poco a poco.
En este sentido, habrían sido los mismo médicos los que han transmitido a la Casa Real, que el estado de salud de Juan Carlos I está en un punto tan crítico que si nada cambia, su vida podría correr peligro inminente. Es por este motivo que si quiere morir en España, o como mínimo, cerca, debe comenzar a plantear un cambio de domicilio de forma inminente.
Juan Carlos I pide morir cerca de su tierra
Después de asumir que Felipe VI no va a perdonarlo por todo lo que ha hecho a lo largo de su vida, Don Juan Carlos ha hecho una última petición a la que ni su hijo ni nade se puede oponer. Dicha petición no sería otra que la de, al menos, poder morir en paz dentro de la Península Ibérica. Es decir, que va a pasar sus últimos años de vida en Portugal, país en el que se siente mucho más cómodo que en Abu Dabi, donde está demasiado lejos de los suyos.
De este modo, como ha revelado el periodista Diego Arrabal, sus fuentes aseguran que en los próximos días se espera que Juan Carlos I viaje hasta Portugal para elegir la que va a ser su nueva casa. Un plan que Felipe VI ha aceptado haciendo caso a lo que le han pedido los médicos, que por el bien del emérito recomiendan que deje Abu Dabi.
Así pues, se ha acabado la etapa de vivir en Emiratos Árabes para Don Juan Carlos, que va a trasladarse hasta Portugal para pasar los últimos años de su vida. Pues, tal y como aseguran los que lo rodean, el emérito se está apagando poco a poco.