Miguel Urdangarin, expulsado de Zarzuela por causar problemas en ausencia de los reyes

El que se salte las normas de Casa Real, será expulsado

Miguel Urdangarin, expulsado de Zarzuela por causar problemas en ausencia de los reyes

Felipe VI está harto de que en Zarzuela no se respeten las normas. Especialmente cuando quienes las incumplen son los miembros más jóvenes de la familia o aquellos que han llegado recientemente. En este sentido, los que siempre tienen y van a tener el foco puesto sobre ellos son los hijos de la infanta Cristina y de Iñaki Urdangarin. Concretamente Miguel e Irene, que en los últimos tiempos se han convertido en uno de los mayores dolores de cabeza para un Felipe VI que no quiere ni verlos y que ya ha acabado echando a Miguel de la residencia real.

Según hemos podido saber, Miguel e Irene se comprometieron a comportarse correctamente a cambio de que les dieran el visto bueno para pasar el verano en Zarzuela. Un plan que, desde junio hasta ahora, había funcionado bastante bien. A pesar de algún que otro choque sin importancia, no hubo grandes problemas. Al menos hasta que Felipe VI y Letizia se ausentaron por unos días. Ahí fue cuando todo cambió y Miguel, aprovechando la ausencia de su tío, comenzó a hacer y deshacer a su gusto.

Felipe

Felipe VI no permitirá estas faltas de respeto

Cuando los Reyes de España no están en Zarzuela, Miguel se dedica a romper todas y cada una de las normas: lleva gente no autorizada, llega a altas horas de la madrugada en malas condiciones y su comportamiento es pésimo. Todo esto ha llegado a oídos de un Felipe VI que ha dicho basta y ha decidido que no pueden seguir viviendo en Zarzuela. No va a tolerar que le falten al respeto de esta forma sin que haya consecuencias.

Es por este motivo que el plan de Felipe VI es claro: para la primera semana de septiembre, Zarzuela debe haber quedado limpia. Ni Irene ni Miguel van a poder estar ni un solo día más del estipulado en la residencia de los Reyes. Han roto todas las reglas y deben salir.

Así pues, Felipe VI está sumamente enfadado con sus sobrinos, a los que acusa de haberle faltado al respeto y de haberse reído de él y de su bondad al aceptar su regreso a Zarzuela para el verano.