Miguel Urdangarin, rechazado, no quieren asociar su marca a su nombre
El entorno de Miguel no gusta a las empresas
Miguel Urdangarin atraviesa un momento decisivo en su vida. Pese a su preparación y a los esfuerzos por encontrar un hueco en el mercado laboral, cada puerta que se abre termina cerrándose antes de tiempo. Las compañías valoran su perfil, pero muchas se frenan cuando ven su apellido escrito en el currículum, temerosas de que los ecos del pasado familiar empañen su imagen pública.
Y es que el hijo de la infanta Cristina lleva tiempo intentando demostrar que su camino nada tiene que ver con los errores de otros. Se graduó en Biología Marina en el prestigioso National Oceanography Centre del Reino Unido y trabajó en iniciativas vinculadas al reciclaje y la economía circular. Incluso viajó a Suiza para poner en marcha un ambicioso proyecto medioambiental, aunque finalmente no prosperó. Su empeño es indiscutible, pero la estabilidad parece jugarle al escondite.

Miguel se queda con su gente de confianza en Madrid
De este modo, el joven decidió refugiarse en su círculo más íntimo. Pasó varios meses en Madrid, instalado en el Palacio de la Zarzuela junto a su abuela, la reina Sofía, y su hermana Irene. Aquella convivencia le dio calma y perspectiva, aunque también lo enfrentó a la necesidad urgente de encontrar un rumbo definitivo, algo que le permita valerse por sí mismo sin depender de apellidos ni apoyos externos.
La realidad es que, mientras su vida personal respira un aire más sereno —ha recuperado la ilusión junto a alguien especial, una antigua amiga de sus años de estudio—, el plano profesional se convierte en un muro difícil de escalar. Cada entrevista se convierte en una carrera de obstáculos y, aunque no lo admite abiertamente, esa sensación de rechazo le pesa más de lo que deja ver.
Así pues, el desafío de Miguel Urdangarin no reside solo en lograr un contrato o consolidar un puesto de trabajo. Lo que busca, en el fondo, es que su nombre deje de ser un lastre, que su talento y su formación hablen por él. Necesita que se le reconozca como un profesional capaz, independiente de cualquier sombra familiar, para construir el futuro que tanto anhela.