Oficiales de San Javier rescatan a Leonor la madrugada del martes por problemas agravados

Un incidente inesperado en la madrugada obliga a intervenir al equipo de oficiales en la Academia

Oficiales de San Javier rescatan a Leonor la madrugada del martes por problemas agravados

Durante los últimos días, los alumnos de la Academia General del Aire (AGA) en San Javier han participado en un intenso ejercicio de supervivencia, evasión, resistencia y extracción, el programa DEVAS, diseñado para preparar a futuros oficiales del Ejército del Aire y del Espacio en escenarios hostiles.
Uno de los participantes era Leonor de Borbón, la heredera al trono, quien según fuentes oficiales afrontó junto a sus compañeros todas las pruebas previstas. 

Sin embargo, o quizá como consecuencia de, ese nivel de exigencia física y mental, la madrugada del martes se registró un episodio preocupante: Leonor sufrió un agravamiento de un problema de salud que venía condicionando su rutina en la Academia. Varios compañeros explican que la joven se vio obligada a dejar las prácticas y fue aislada en su camarote, debido a un problema intestinal que se tradujo en vómitos, debilidad y malestar general. 

Su cuerpo y su resistencia quedaron desbordados, lo que obligó a los oficiales a tomar la decisión de retirarla del entrenamiento, una medida considerada de favor dada la endurecida disciplina que caracteriza a las fases de DEVAS. 

Leonor

Un momento de pausa: entre comprensión y presión institucional

El incidente ha generado consternación en el entorno de la Academia y también cierto alivio: las fuentes sostienen que la salud de Leonor está bajo supervisión médica y que se han tomado medidas para garantizar su recuperación. 
Al mismo tiempo, la situación desnuda la encrucijada que implica compatibilizar un entrenamiento militar riguroso con la condición de heredera al trono. Los compañeros admiten su esfuerzo, pero reconocen que su cuerpo “no siempre responde al nivel requerido”, especialmente en ejercicios de alta intensidad.

Este episodio coincide con informaciones que apuntan a que, desde hace semanas, Leonor habría estado recibiendo apoyo adicional: una tutora que supervisa sus entrenamientos, adaptaciones en las pruebas e incluso algún tipo de acompañamiento para modular su carga física. 

Ante este contexto aparece una pregunta de fondo: ¿es compatible para alguien con su perfil, con una responsabilidad institucional y mediática tan grande, someterse a una formación militar tan exigente? Más allá del cumplimiento de un plan formativo, esta situación evidencia la tensión entre disciplina, salud y expectativas simbólicas. Por ahora, la prioridad parece ser la recuperación de Leonor, y la Academia habría actuado con discreción, apoyándose en el criterio médico y en la consideración hacia su situación personal. Solo el tiempo dirá si podrá reincorporarse a las prácticas, o si este sobresalto marcará una pausa en su formación militar.