Preocupación por el estado de Leonor, la han visto llorar

La princesa enfrenta uno de sus momentos más difíciles entre obligaciones y formación militar

Preocupación por el estado de Leonor, la han visto llorar

La princesa Leonor no atraviesa su mejor momento. Según varios oficiales de la Academia de San Javier, la heredera al trono estaría pasando una de sus semanas más duras desde que comenzó su formación militar. La joven, que inició su último año de instrucción el pasado 1 de septiembre, se enfrenta a una etapa exigente y llena de presión.

Aunque la princesa nunca ha sentido verdadera pasión por la vida militar, ha asumido este compromiso con disciplina y responsabilidad. Sabe que es parte de su deber como futura jefa de Estado. Sin embargo, este último curso está siendo especialmente complicado. Su madre, la reina Letizia, siempre consideró que tres años de formación eran excesivos, mientras que Felipe VI insistió en que era una parte esencial de su preparación.

Ahora, Leonor se enfrenta a su mayor miedo: las alturas. Padece vértigo y siente auténtico pavor a volar. Por eso, mientras sus compañeros ya realizan prácticas con los aviones Pilatus C-21, ella continúa entrenando en un simulador. Casa Real incluso recurrió a especialistas para ayudarla a controlar esa fobia. Aun así, el proceso está siendo duro. Algunos testigos aseguran que la princesa se siente desbordada y agotada por la presión.

Leonor

Entre la presión institucional y el cansancio emocional

Octubre se ha convertido en un mes clave para la princesa. El día 12 participó en el desfile de las Fuerzas Armadas; el 24 entregará los Premios Princesa de Asturias; y el 31 celebrará su cumpleaños. Tres citas importantes que exigen una preparación intensa. Ensayos, discursos, formación militar y poco descanso.

Según fuentes cercanas, Leonor apenas tiene tiempo para ella misma. Pasa largas horas estudiando, entrenando y revisando cada detalle de los actos oficiales. El cansancio se acumula y los nervios también. Algunos de sus compañeros aseguran que la han visto llorar en su habitación, intentando liberar toda la tensión que lleva dentro.

A pesar de todo, la princesa no se rinde. Sabe que su destino está marcado y que debe demostrar fortaleza, aunque por dentro le cueste mantener el equilibrio. Está viviendo semanas muy difíciles, tal vez las más duras desde que comenzó su vida pública. Pero también son las que, poco a poco, la están preparando para el papel que el futuro le tiene reservado.