Tensión máxima en la monarquía cuando Felipe VI impide que Juan Carlos I suba al avión
Una nueva decisión de Felipe VI vuelve a poner en el centro del foco la complicada relación con su padre
Once años han pasado desde que Juan Carlos I dejó el trono. No fue una despedida voluntaria, sino una salida forzada. Felipe VI le empujó a abdicar para salvar una monarquía que se tambaleaba. Aquel momento marcó un antes y un después en la historia de la Corona española. Pero, aunque muchos pensaron que con eso bastaba, la tensión entre padre e hijo no ha dejado de crecer.
Cinco años después, el emérito fue “invitado” a poner tierra de por medio. Emiratos Árabes se convirtió en su refugio. Lejos de las cámaras, lejos de los escándalos, lejos de España. Sin embargo, a sus 87 años, el antiguo monarca no se resigna. Quiere volver. Quiere pisar su tierra, volver a ver a los suyos y estar presente en los actos que considera parte de su legado. Pero Felipe VI no está dispuesto a ceder. Sabe que su regreso pondría en riesgo la imagen de la institución, justo cuando el trono intenta mantenerse a flote.
Y ahora, con sus memorias a punto de salir a la luz en noviembre, la tensión ha llegado al límite. El miedo en Zarzuela es evidente. Nadie sabe qué contará el rey emérito en esas páginas. Y lo que es peor, nadie puede controlar el impacto que tendrán.

Felipe VI frena el vuelo de su padre
En los últimos años, Juan Carlos I ha demostrado que sigue teniendo carácter. Ha regresado a España varias veces sin permiso, desafiando las órdenes de su hijo. Pero esta vez la historia ha sido distinta. Según fuentes próximas a la Casa Real, Felipe VI ordenó detener el vuelo antes de despegar. El emérito tuvo que bajarse del avión. Una imagen simbólica, casi cinematográfica: el padre frenado por su propio hijo.
El motivo es claro. En noviembre coinciden dos fechas delicadas: el 50 aniversario de la monarquía y el medio siglo de la muerte de Franco. Dos momentos cargados de simbolismo y política. Felipe VI no quiere que la figura de su padre eclipse los actos oficiales ni reabra heridas del pasado.
Casa Real guarda silencio. “Cuando estemos más cerca de la fecha, se anunciará lo que sea”, repiten con cautela. Pero el mensaje interno es evidente: el emérito no volverá, al menos no todavía. El cielo de la monarquía sigue turbulento. Y, por ahora, el avión de Juan Carlos I seguirá en tierra.