Zarzuela contrata enfermeras que se turnan día y noche por el empeoramiento de la tía Pecu

La familia real intensifica los cuidados de Irene de Grecia tras el avance de su enfermedad

Zarzuela contrata enfermeras que se turnan día y noche por el empeoramiento de la tía Pecu

Irene de Grecia, conocida familiarmente como la 'tía Pecu', siempre ha sido una figura entrañable para la familia real española. Hermana de la reina Sofía, su vínculo con los sobrinos fue profundo desde que eran pequeños. Elena, Cristina y Felipe VI crecieron bajo su cuidado y cariño. Para ellos, Irene no solo era una tía, sino una segunda madre. Su presencia constante en Zarzuela refleja la importancia que tiene en la vida de la familia.

A lo largo de su vida, Irene llevó un espíritu libre y aventurero. Viajes, experiencias nuevas y una curiosidad constante marcaron sus días. Nunca formó pareja ni tuvo hijos propios, pero dedicó su tiempo y su afecto a quienes la rodeaban. Con los años, sin embargo, su salud comenzó a deteriorarse. El Alzheimer, enfermedad que afecta su memoria y su capacidad de reconocer personas y lugares, ha ido avanzando progresivamente. La última aparición pública de Irene, en una boda griega, mostró su estado debilitado y generó preocupación en su entorno.

Sofía y la tía Pecu

Medidas intensivas de cuidado en Zarzuela

Frente al empeoramiento de su salud de la tía Pecu, la familia real decidió reforzar su cuidado. Al principio, fue la reina Sofía quien asumió la mayor parte de la atención, apoyando a su hermana con cariño y cercanía. Pero el avance de la enfermedad hizo necesario un apoyo profesional constante.

Actualmente, un equipo de enfermeras especializadas se turna día y noche para velar por la tía Pecu. Estas profesionales garantizan que nunca esté sola y que reciba la atención médica y personal que requiere. Además, neurólogos especializados supervisan diariamente su estado, ajustando tratamientos y terapias para ofrecer la mejor calidad de vida posible.

Este esfuerzo refleja el afecto y la responsabilidad que la familia real siente por Irene. Cada acción busca asegurar su bienestar y dignidad, mientras enfrenta una etapa difícil de su vida. La tía Pecu sigue siendo, a pesar de la enfermedad, un símbolo de amor, cercanía y recuerdos compartidos en Zarzuela. Su cuidado constante demuestra que, más allá de la historia y la nobleza, la familia mantiene un compromiso humano y afectivo que guía cada decisión.