Zarzuela pide a la infanta Cristina que tenga bajo vigilancia a Miguel Urdangarin
El comportamiento de Miguel Urdangarin recuerda al de Froilán

A lo largo de estos últimos meses ni Victoria Federica ni Froilán se han acercado a provocar tantos dolores de cabeza a la Casa Real como los que ha causado Miguel Urdangarin. El hijo de la infanta Cristina ha entrado en una etapa de su vida en la que parece que no hay nada que le importe más que la fiesta y que causar problemas durante la noche de Madrid. Y es que desde hace un tiempo, en Zarzuela solamente reciben noticias alarmantes sobre el comportamiento de Miguel en alguno de los locales nocturnos más lujosos de la capital.
En este sentido, tal y como han revelado fuentes cercanas a Casa Real, la infanta Cristina ya ha recibido las primeras advertencias para que trate de poner fin a la desordenada vida de un Miguel que, a este paso, se va a convertir en una nueva versión de Froilán. Algo que los Borbón ya saben que trae serias consecuencias.
Miguel no pasa un fin de semana tranquilo
La realidad es que Miguel Urdangarin se ha acostumbrado a salir de jueves a domingo. Lo hace cada semana y sin ningún tipo de excepción. Y es que, lejos de centrar sus esfuerzos en trabajar o desarrollarse a nivel profesional, Miguel vive de fiesta en fiesta tratando de hacer más ruido que en la noche anterior.
Y si se trata de superarse de fiesta, Miguel lo ha logrado. Según hemos podido saber, Miguel ya no sale como cualquier otro joven. Ahora se mete en trifulcas, con su novia mexicana no pasa ni un día en casa y como aseguran los dueños de los locales que frecuenta, gasta miles de euros comprando botellas de alcohol y en los mejores reservados.
Miguel preocupa mucho en Zarzuela
La realidad es que nadie esperaba que Miguel Urdangarin acabara eligiendo este camino. El joven siempre había parecido el más ordenado de todos los nietos de Juan Carlos I. Sin embargo, este año sabático no le ha sentado nada bien. Pues, ha pasado de ser como un ejemplo para sus hermanos y primos, a ser una versión nueva de Froilán de Marichalar y, por ende, el peor dolor de cabeza para la infanta Cristina y para Zarzuela.