Zarzuela tiene 250 personas de servicio para atender a la reina Sofía y la tía Pecu, cuatro sólo planchan ropa

El perfeccionismo de Doña Sofía es absoluto y enfermizo

Zarzuela tiene 250 personas de servicio para atender a la reina Sofía y la tía Pecu, cuatro sólo planchan ropa

En pleno agosto, la atención en Zarzuela está al máximo nivel. Irene de Grecia, conocida como la tía Pecu, atraviesa un estado de salud muy delicado y necesita cuidados constantes, por lo que la familia ha reforzado al personal destinado a su asistencia. La preocupación es máxima y cada detalle se supervisa con rigor absoluto.

La reina emérita Sofía, que se caracteriza por su perfeccionismo, no deja nada al azar. Si una prenda está arrugada o colocada de forma incorrecta, no duda en tirarla al suelo y exigir que se lave y planche de nuevo hasta quedar impecable. Por eso, entre las 250 personas de servicio que trabajan a diario en Zarzuela, hay cuatro dedicadas exclusivamente a la lavandería y plancha, encargadas de mantener perfecta la ropa de Sofía e Irene de Grecia. El nivel de exigencia es tal que muchos empleados reconocen sentir estrés y presión constante ante cualquier error.

Pecu

Sofía lo quiere todo perfecto

La organización en el palacio no solo cubre la ropa. La alimentación, la higiene, la movilidad y la supervisión médica forman parte de una rutina exhaustiva que garantiza que la tía Pecu reciba atención personalizada las 24 horas. Los médicos y personal sanitario trabajan junto al equipo de servicio para que nada quede desatendido.

El carácter de la reina Sofía marca cada decisión. Tradicional, religiosa y profundamente familiar, mantiene un control absoluto sobre todo lo que ocurre a su alrededor. Su perfeccionismo y su disciplina se reflejan en cada rincón del palacio: desde la limpieza hasta la disposición de la ropa y la atención de los más mínimos detalles. La emérita no solo cuida de sí misma, sino que centra su energía en garantizar el bienestar de su hermana, cuya situación de salud preocupa profundamente a toda la familia.

Así pues, en Zarzuela, mientras el verano avanza y los días de agosto transcurren con rutina y vigilancia constante, las 250 personas al servicio de la familia real trabajan sin descanso. Cuatro de ellas mantienen la ropa de Sofía y la tía Pecu sin una sola arruga, reflejo del carácter perfeccionista de la reina y de la dedicación absoluta de la institución hacia el cuidado de sus miembros más vulnerables.