Acusan al histórico corresponsal Antonio Pelayo de agresión sexual
El veterano corresponsal se enfrenta a serias acusaciones que han sorprendido al mundo periodístico y religioso
Antonio Pelayo, periodista y sacerdote español, se encuentra en el centro de un escándalo que ha sacudido al Vaticano y a los medios españoles. La Fiscalía de Roma le imputa una supuesta agresión sexual ocurrida el 23 de mayo. El denunciante, un periodista italiano de 40 años, asegura que Pelayo intentó un contacto íntimo sin consentimiento durante una reunión en su domicilio en Roma.
Tras el incidente, Pelayo envió mensajes de disculpa, pero el denunciante decidió mudarse de ciudad por temor a nuevos encuentros. La Fiscalía considera que los hechos están “suficientemente acreditados” y ha cerrado la fase de instrucción. Ahora queda pendiente la decisión judicial, que determinará si se inicia un juicio.
La noticia ha generado sorpresa y preocupación. Pelayo es conocido y respetado. Su imagen como corresponsal veterano en el Vaticano y sacerdote ha sido intachable durante décadas. Por eso, estas acusaciones han causado un fuerte impacto.
Antonio Pelayo, sacerdote y periodista de 81 años, corresponsal de Antena 3 en Roma, se emociona y llora al decir que la muerte del Papa es una ‘pérdida muy personal’.
— Universitarios Católicos (@UniCatolicos_es) April 21, 2025
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Una carrera marcada por la fama y el respeto
Pelayo, de 81 años, ha dedicado más de treinta años a cubrir la vida en el Vaticano. Su trabajo lo ha convertido en una de las voces más reconocidas sobre la Santa Sede. Ha colaborado con medios importantes en España y su trayectoria le ha granjeado respeto en el ámbito periodístico y eclesiástico.
Sin embargo, la acusación pone ahora en tela de juicio esa reputación. La comunidad periodística observa de cerca el desarrollo del caso. Mientras tanto, la opinión pública sigue con atención cada novedad. Muchos se preguntan cómo un periodista veterano y figura conocida puede verse envuelto en un escándalo de esta magnitud.
El caso de Pelayo resalta la importancia de las denuncias y la necesidad de que la justicia actúe con rigor. También evidencia que la fama y los años de servicio no inmunizan a nadie frente a la ley. La decisión de la Fiscalía y los pasos que siga el proceso marcarán un precedente importante, tanto para la prensa como para la Iglesia. Este proceso promete mantener la atención mediática durante semanas. Para Pelayo, la situación representa un giro inesperado en su carrera y un desafío personal y profesional sin precedentes.