De ser la estrella con Pablo Motos en ‘El Hormiguero’ a trabajar como dependiente en Madrid

Un cambio de rumbo inesperado en la vida de uno de los rostros más enigmáticos de la televisión española

De ser la estrella con Pablo Motos en ‘El Hormiguero’ a trabajar como dependiente en Madrid

Durante más de una década, Pablo Ibáñez fue un rostro inconfundible en la televisión española. Su personaje, "El Hombre de Negro", se convirtió en parte del alma de El Hormiguero. Con su presencia imponente, su silencio enigmático y sus espectaculares retos visuales, marcó a una generación de espectadores. Su sección, “Arte a lo bestia”, era una de las más esperadas del programa. Impactaba. Sorprendía. Y dejaba a todos con la boca abierta.

Sin embargo, en 2017, cuando el programa aún vivía su mejor momento, Ibáñez decidió apartarse. Fue una decisión suya, personal, meditada. En una entrevista posterior confesó que ya había exprimido todo lo que podía ofrecer en ese formato. No fue una marcha pactada, ni mucho menos fácil. Pablo Motos no lo entendió del todo. Pero Ibáñez lo tenía claro: necesitaba parar. Alejarse. Y explorar otros caminos.

Durante un tiempo, lo intentó en otros proyectos de televisión. Pasó por programas como Vaya Crack o Bailando con las estrellas, donde mostró una faceta diferente. Pero algo había cambiado. Ya no era lo mismo. La televisión ya no lo llenaba como antes.

Pablo Ibañez

Una tienda con historia (y sorpresa)

El giro más inesperado llegó lejos de los platós. En pleno centro de Madrid, en la calle Mayor 82, Ibáñez abrió una pequeña tienda dedicada a los caganers, esas figuras tradicionales catalanas que combinan humor y cultura popular. No es una tienda cualquiera. Es la única especializada en este tipo de figuras en toda la capital.

Quienes entran, lo hacen por curiosidad. Pero se quedan por el ambiente. Por la originalidad de las figuras. Y, sobre todo, por la sorpresa de ser atendidos por alguien que, hasta hace poco, parecía inalcanzable desde la televisión. Él, cercano, tranquilo, sonriente, explica con detalle cada figura, cada anécdota, cada rostro famoso convertido en caganer. Pocos imaginaban este destino para "El Hombre de Negro". Y sin embargo, parece estar más cómodo que nunca.

Eso sí, quienes le conocen de cerca aseguran que no ha dicho su última palabra. Que hay algo en marcha. Algo grande. Algo que podría devolver a Pablo Ibáñez a un lugar muy distinto… pero igual de sorprendente.
Por ahora, el misterio continúa. Como siempre le ha gustado a él.