Caos de Mercedes con Hamilton en el ajo: Verstappen prende la llama

Los malos resultados del GP de Mónaco para Mercedes han propiciado que estas dos últimas semanas hayan estado repletas de rumores y rencillas internas que el resto de escuderías se han encargado de alimentar, sobre todo Red Bull gracias a un Max Verstappen que está amenazando seriamente la candidatura de Lewis Hamilton a lo que sería su octavo título mundial.

Con el GP de Azerbaiyán en el horizonte, el particular duelo que llevan manteniendo el británico y el holandés desde que comenzó la temporada por el momento se salda con un reparto de victorias, dos triunfos para cada uno. Precisamente la importancia del compromiso de Bakú es doble ya que, aunque Hamilton generalmente es favorito en las apuestas, el bajo rendimiento del Mercedes en el circuito urbano de Montecarlo ha dejado entrever que, dada la similitud del trazado, el equipo alemán revivirá esas dudas que pusieron contra las cuerdas al box en el último gran premio disputado en tierras francesas.

Es más, el propio Toto Wolff ha reconocido que no esperan ser los favoritos ya que las características de este trazado podrían favorecer, en su detrimento, a Red Bull: “Nada es fácil en este deporte, por eso nos encanta. Sabemos que, si no estás al 100%, o si ni siquiera te acercas a él, no obtendrás los resultados esperados. En Bakú volveremos a tener dificultades”.

Por su parte, Max Verstappen no ha dudado ni un segundo en esclarecer que su relación con el piloto británico es correcta y no tiene nada que reprochar por su actitud en los primeros compromisos, sobre todo tras la polémica derivada del GP de Bahréin que tanto debate generó en el paddock. Es más, el hecho de que no haya hurgado en la herida antes del gran premio deja entrever que el holandés está muy convencido de poder hacer valer el triunfo de Mónaco con una nueva victoria en el peculiar circuito de Bakú donde Mercedes, si nada cambia, volverá a tener muchos problemas para alcanzar los puestos de cabeza: hablará sobre el asfalto.

Así pues, Red Bull tiene una nueva oportunidad para asestar un golpe sobre la mesa al mundial y dejar sus intenciones bien claras a Mercedes, que hasta hace escasos meses no veía peligrar la consecución de un nuevo campeonato, pero que, tras la celebración de las primeras carreras de esta temporada, está protagonizando un cúmulo de dudas, algo que poco a poco podría ir colmando la paciencia a de un Lewis Hamilton que estas últimas semanas ya ha evidenciado un alto malestar con su equipo.