Leclerc, hundido: Ferrari, culpable, y Verstappen, eufórico

Leclerc, hundido: Ferrari, culpable, y Verstappen, eufórico

El Mundial de 2022 encara las vacaciones con una distancia abismal entre el líder y sus perseguidores

Tras el GP de Francia de Fórmula 1, la escudería Ferrari volvió a quedar en evidencia por sus problemas de fiabilidad con sus monoplazas. Charles Leclerc sufrió el enésimo contratiempo, fruto de un problema con el acelerador, según el propio piloto monegasco. En Paul Ricard el buque insignia de la escudería italiana sumó su tercera carrera sin puntuar por culpa del coche.

Leclerc exclamó “¡¡¡nooooo!!!” por radio, invadido por la impotencia mientras perdía el control del coche y quién sabe si el Mundial. Inmediatamente después de salir del automóvil, el monegasco golpeaba su coche, resignado. En el box trataban de consolarlo, pero el francés, sabedor de perder prácticamente todas sus opciones por causas ajenas a él, lucía abatido en el box. En el momento del desafortunado accidente que envió el coche a las protecciones Leclerc rodaba primero en carrera tras 18 vueltas.

Leclerc

Ahora, Max Verstappen lidera con puño de hierro el Mundial con 63 puntos de colchón sobre el propio piloto francés, segundo en la tabla. El liderato del neerlandés solo flaqueó después de las tres primeras carreras, con una victoria y dos abandonos. La fiabilidad también atacó a Red Bull al inicio del campeonato, pero nada más lejos de la realidad. El neerlandés ha puesto la directa y suma seis victorias en las últimas siete carreras.

La próxima carrera de este fin de semana en Hungría se postula como la única gran oportunidad del francés para revertir la tendencia. Mentalmente, daría un impulso psicológico a Ferrari con el parón de verano a la vuelta de la esquina. Por detrás, Checo Pérez aprieta para conseguir el doblete de la escudería alada junto a su compañero, Max Verstappen.

Leclerc

Por detrás, Carlos Sainz culminó una remontada épica en Francia tras salir desde la penúltima posición. Sainz Jr escaló catorce puestos mediante una táctica arriesgada. La ambición del madrileño lo llevó a prescindir del agua en el coche con el fin de perder peso y ganar una décima en carrera. En pleno verano con temporadas de récord la estrategia del piloto de Ferrari se podría catalogar como suicida. Sin embargo, salvó la clasificación final del Gran Premio y obtuvo la quinta plaza. El próximo GP de Hungría marcará un punto de inflexión en el Mundial. Charles Leclerc, ahora o nunca.