Es el enemigo de Jorge Martín y en Mandalika se une a Marc Márquez para luchar por el Mundial

El italiano ha dominado con fuerza la primera sesión de entrenamientos en Indonesia

Es el enemigo de Jorge Martín y en Mandalika se une a Marc Márquez para luchar por el Mundial

Después de su victoria en el GP de la Emilia Romagna, Enea Bastianini se ha vuelto a situar de lleno en la lucha por el Mundial de MotoGP. El piloto italiano, pese a sus irregularidades a lo largo del campeonato está siendo capaz de seguir la estela de Jorge Martín, Pecco Bagnaia e incluso de superar en puntos a Marc Márquez, para ser el tercero en la clasificación una posición que, tras ser el más rápido en las sesiones de entrenamientos del GP de Mandalika pone a La Bestia en disposición de luchar por todo.

Bastianini

En las que serán sus últimas seis carreras de su etapa como piloto oficial de Ducati, Enea Bastianini tiene delante suya la oportunidad por la que hace muchos años que lucha. Y es que, con apenas una diferencia de 59 puntos respecto de  su reciente nuevo enemigo, Jorge Martín, el compañero de equipo de Pecco Bagnaia sabe que si lo hace todo perfecto, todavía puede luchar por este Mundial de MotoGP. Eso sí, no debe perdonar ni una sola carrera.

En Indonesia comienza la persecución

Pese a que solamente han sido unos entrenamientos libres, la realidad es que las sensaciones de Bastianini no podrían haber sido mejores. El italiano ha sido capaz de ser el más rápido, rodando con un imponente ritmo de 1.29.630. Un tiempo que ha supuesto el récord del circuito y que ha dejado a pocas centésimas a un Martín que le ha seguido la estela muy de cerca. De modo que en Mandalika, la persecución de Bastianini a Jorge Martín ha comenzado bien, ahora solo faltará culminar con un buen sábado y domingo para confirmar lo que ya se insinuó en Misano. Y es que, La Bestia ha llegado a la lucha por el Campeonato del Mundo.

Enea

Marc Márquez, lejos de las GP24

Por su parte, Marc Márquez no ha sido capaz de seguir el fuerte ritmo marcado por los pilotos que tienen moto de fábrica. Y es que, lejos del ritmo de Bastianini, el 93 ha quedado en una correcta séptima posición que, como mínimo lo ha mandado directamente a la Q2, sacando el máximo rendimiento de su limitada GP23.