Marc Márquez rompe los esquemas en Ducati y pone presión máxima a Bagnaia
Un cambio inesperado que pone en jaque a todo el equipo
La llegada de Marc Márquez a Ducati ha cambiado todo. No solo ha traído resultados, también ha generado tensión interna. Mientras el piloto de Cervera acumula 11 victorias al sprint y 8 carreras completas, Bagnaia apenas ha logrado ganar una. Y fue en Austin, donde Márquez se cayó cuando iba en cabeza.
Ducati no esconde el problema. La diferencia entre sus dos estrellas es evidente. Y no hay una causa clara que lo explique. Pecco Bagnaia, actual campeón del mundo, no encuentra su mejor versión. Nadie sabe por qué, ni el equipo, ni el propio piloto.
Michelle Pirro, probador oficial de Ducati, ha sido honesto. “Hay años más difíciles”, reconoce. Y este, para Bagnaia, lo es. Márquez, en cambio, parece cómodo desde el primer día. Se adapta rápido. Rinde bajo presión. No necesita tiempo para encontrar sensaciones. Eso, según Pirro, ha “desestabilizado todo el sistema”.
💪 Lunetta: «Marc Márquez está en una forma impresionante, espero que Bagnaia encuentre el camino correcto»
— MOTOSAN.ES (@Motosan_es) August 4, 2025
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Bagnaia busca respuestas, Ducati no tiene soluciones
El entorno de Ducati intenta entender qué le pasa a Pecco. Pero no hay una pieza, una mejora o un ajuste técnico que lo explique. “No hay un elemento concreto que justifique este bajón”, admite Pirro. La sensación es que Márquez oculta las debilidades de la moto con su pilotaje. Y eso complica aún más el análisis.
El equipo está trabajando para ayudar a Bagnaia. Prueban soluciones, ajustes, cambios. Pero no encuentran la clave. “No tenemos una varita mágica”, afirma Pirro. Y esa frase lo resume todo. Porque mientras buscan respuestas, Márquez sigue sumando puntos. Sigue ganando. Y pone al campeón contra las cuerdas.
El español no solo ha devuelto la ilusión a los fans. También ha agitado a todo Ducati. Ha cambiado el equilibrio. Y ha puesto presión máxima en un equipo que no esperaba verse en esta situación. Con Bagnaia en duda y con un Marc en modo imparable. Esto ya no es solo una pelea por el título. Es mucho más que eso. Es una lucha interna que crece carrera a carrera. Una guerra silenciosa que se libra dentro del box de Ducati, entre ajustes técnicos, miradas tensas y decisiones estratégicas. Y, por ahora, esa batalla la está ganando Marc Márquez.
Ducati apostó fuerte por el talento. Quiso juntar a dos campeones en busca de la gloria. Pero no esperaba que Márquez llegara con tanta fuerza. Ni que rompiera todas las reglas del juego tan rápido.