3 motivos por los que deberías comprar el Volkswagen Tiguan y otros 3 por los que no deberías
Dos décadas después de su lanzamiento al mercado, el Volkswagen Tiguan ha estrenado hace poco su tercera generación ¿Es una buena compra?
El Volkswagen Tiguan siempre ha estado entre los favoritos en el segmento C-SUV. Esto se debe a su buen equilibrio en la conducción, su amplio abanico de mecánicas disponibles y su habitáculo, amplio y ligeramente por encima de los generalistas en calidad y equipamiento. La pregunta del millón es, ¿mantiene estas cualidades la nueva entrega?
Nos hemos puesto al volante del nuevo Volkswagen Tiguan en varias de sus versiones y hemos analizado tanto sus puntos débiles como sus puntos fuertes. Estas son nuestras conclusiones frente a rivales como los SEAT Ateca, Mazda CX-5, Ford Kuga, Renault Austral, Hyundai Tucson, Peugeot 3008, Toyota RAV4 o Škoda Karoq.
Tres razones de compra para el Volkswagen Tiguan
- Es uno de los SUV más polivalentes de su segmento. No sobresale en ningún aspecto, pero cumple con nota en todos ellos. Es razonablemente cómodo en cualquier circunstancia, suficientemente ágil al aumentar el ritmo y su calidad de rodadura en largos viajes está por encima de algunos rivales.
- Ofrece mucha tecnología y equipamiento, sobre todo en materia de seguridad y asistencias a la conducción. Los usuarios más tecnológicos disfrutarán, además, de un interior con grandes pantallas. Además, Volkswagen ha solucionado dos aspectos clave: ya no hay botones táctiles en el volante y los botones de la pantalla son retroiluminados.
- Su oferta mecánica es realmente amplia. Es difícil que no encuentres una versión que encaje en tus necesidades, ya que tienes a tu disposición alternativas turbodiésel (TDI), gasolina turboalimentadas (TSI), gasolina turboalimentadas microhíbridas (eTSI) y sistemas híbridos enchufables (eHybrid). Si lo quieres eléctrico, debes apostar por el Volkswagen ID.4.
Tres motivos para huír del Volkswagen Tiguan
- La calidad interior ya no compensa el sobreprecio que pagas por el Tiguan. El salpicadero y la consola central lo dominan plásticos incluso en las versiones más altas de la gama. En general, la presencia de este material es abundante, por mucho que haya detalles de valor como la base de la guantera de las puertas forrada. A nuestro juicio, estaba mejor hecho su predecesor.
- El precio queda por encima de muchos de sus rivales y no ofrece un plus que lo justifique. Y ya no solo en calidades, tampoco en equipamiento. Por ejemplo, la segunda fila sobresale en cotas, pero carece de una banqueta deslizable que sí tienen algunos rivales; o de elementos tan básicos (pero muy útiles para familias con niños) como las cortinillas de sol en las ventanas.
- Las mecánicas diésel destacan por ser ahorradoras y ofrecer buenas prestaciones, pero no cuentan con micro hibridación, por lo que les corresponde el distintivo ambiental ECO. Hay opciones en el segmento premium que sí ofrecen esta alternativa por un precio algo superior.