Toyota se enfrenta a una demanda multitudinaria por estafa
Los conductores del Toyota Mirai no pueden utilizar sus coches por falta de puntos de recarga de hidrógeno
¿Es el coche con pila de combustible de hidrógeno una alternativa? En California, muchos conductores así lo consideran y, por eso, su número es relativamente abundante, pero la red de repostaje no se ha desarrollado allí al ritmo esperado. Por eso, un numeroso grupo de conductores que adquirieron un Toyota Mirai, el más capaz de los coches con motor de pila de hidrógeno que se fabrican hoy, se ha unido para demandar a la marca por incumplir promesas. Son cientos.

Colapso de la red y precio del hidrógeno
Sobre el papel, la compra de un Toyota Mirai era una opción ganadora en 2022. El coche estaba a la venta entonces por el equivalente en dólares a unos 65.000 euros –hoy cuesta 74.200 en su versión más sencilla-y se prometía un rápido desarrollo de la red de puntos de repostaje. Hoy, la realidad es que ha ocurrido justo lo contrario y la mayoría de puntos de repostaje han desaparecido y la situación es similar a la de España, donde sólo existen 20 hidrogeneras en todo el país. En California hay 52, la mayoría en el entorno de las grandes ciudades, pero su número no crece.
El resultado es simple: cientos de propietarios afrontan cada mes el pago de cuotas de en torno a 1.000 dólares cada cada mes a cambio de unos coches que no pueden ni van a poder usar porque nadie tiene previsto ampliar la cifra de puntos de repostaje de hidrógeno. La demanda se ha presentado ante el Tribunal Superior de Los Ángeles y acusa de fraude, negligencia y violación de las leyes de protección al consumidor a Toyota, el operador de estaciones de hidrógeno FirstElementFuel, la Asociación de Pilas de Combustible de Hidrógeno y al Gobernador de California.

¿Cómo es el coche?
En España, el Toyota Mirai aún se vende. Su precio es de 74.200 si te conformas con la versión de acceso (acabado Vision, 182 CV). Mide 4,97 metros de largo, 1,47 de alto y dispone de un maletero de 321 litros. La versión superior (acabado Luxury) cuesta 80.837 euros. No le falta ningún detalle e incluye todos los extras y ayudas a la conducción que puedas imaginarte. El problema, en España, es el mismo que en California: la red de puntos de repostaje.