Primer lío serio entre Mourinho y el Chelsea a costa de Eva Carneiro

El técnico se ha metido en un buen jardín expulsando a la médico del equipo y mete a la entidad en una papeleta complicada al tiempo que arrecian las críticas externas

Primer lío serio entre Mourinho y el Chelsea a costa de Eva Carneiro

La bola provocada por el lío entre Jose Mourinho y la médico del Chelsea, Eva Carneiro, por una acción con Eden Hazard durante el partido entre el equipo 'Blue' y el Swansea se va haciendo cada vez más grande. A la decisión del técnico luso de prohibir a la conocida profesional sentarse en el banquillo en los próximos encuentros del equipo y viajar con la plantilla le han seguido múltiples manifestaciones de repulsa, impulsadas por la propia Carneiro, que desafió a Mourinho en las redes sociales.

 

El asunto tiene pinta de haberse convertido en un enfrentamiento personal entre el entrenador y la médico. Carneiro publicó en su perfil personal de Facebook un post en el que agradecía todo el apoyo hacia su persona después de que decidiera entrar al terreno de juego a atender a Hazard a pesar de las intenciones de Mourinho, que la acusó de "impulsiva" tras esa jugada en la que según el técnico se perdieron unos segundos vitales para poder ganar el partido en una jugada favorable. El mensaje público tiene toda la intención del mundo: Defenderse ante las acusaciones del entrenador.

 

Sabido es que a Mourinho le gusta controlar todo en su equipo y por eso no le habrá sentado nada bien esta reacción, que a su vez está provocando un aluvión de críticas hacia su figura. No obstante, la prensa inglesa permanece expectante, pues el Chelsea debería manifestarse sobre el asunto en las próximas horas (hay prevista una rueda de prensa del propio Mourinho previa al partido del fin de semana) y en principio dará la razón al entrenador aunque quede en mal lugar públicamente.

 

El colectivo de médicos deportivos de la Premier ha mostrado todo su apoyo a Carneiro, asegurando que Mourinho "antepone el resultado a la salud de los jugadores". Una acusación gravísima que coloca, por primera vez, en una posición delicada al Chelsea como club, obligado a defender a su técnico pero también a su médico.