Cristiano Ronaldo y Dybala estallan tras la última locura de la Juventus (y es por celos)
Problemas en Turín
La Juventus de Turín ha perdido los papeles. El equipo ‘bianconero’ está obsesionado con armar un equipo repleto de estrellas para ganar la Champions League, sin importar a qué precio.
Y su última locura les ha salido cara. Muy cara. Tanto que ha generado un malestar increíble en el vestuario, donde jugadores como Douglas Costa, Cristiano Ronaldo, Miralem Pjanic, Alex Sandro o Mario Mandzukic no han ocultado su enfado.
¿El motivo? Obviamente, económico. Todos perciben un sueldo bueno, sobretodo CR7, que cobra 30 millones de euros netos por temporada, pero no entienden el fichaje de Aaron Ramsey, que desembarcará a coste cero desde el Arsenal.
Y no su llegada en sí, que ven como algo positivo. Un jugador de élite, consagrado en una liga tan potente como la Premier League y en club del apodado ‘top six’. Lo que ha causado tal revuelo es su salario.
Ni más ni menos que 21 ‘kilos’ por temporada es lo que percibirá el galés, que firmará por cuatro años. Una barbaridad para un futbolista que, a sus 28 años, se convertirá en el segundo mejor pagado de Italia y en el jugador británico con el sueldo más alto de la historia.
Por delante de estrellas con más caché y más nivel, como Bale, Sterling, Dele Alli, Harry Kane… Locura total. Con ese sueldo, la oferta de la Juve era, lógicamente, irrechazable para un Ramsey al que el Arsenal ha intentado renovar hasta el último minuto.
No tiene explicación, pero la intentan buscar justificando que llegará a coste cero y ahí se incluye lo que se han ahorrado en un traspaso, más las primas de fichaje, los variables… Pero no cuela.
Además, su llegada supondrá la salida de un futbolista de la ‘Vecchia Signora’, que bien puede ser Emre Can, que no ha cuajado, Khedira o Matuidi, sin descartar los nombres de Pjanic o Bentancur.
Dybala es al que peor le ha sentado la noticia. Su papel en el equipo es cada vez menos importante y ya ni siquiera ocupará el segundo escalón en salario. Su adiós está cantado.
Y el Real Madrid acecha…