Guardiola y Mourinho están defraudando en la Premier League
En Inglaterra ya se despiden de la rivalidad que les caracterizó cuando dirigían al Barcelona y al Real Madrid.
Cuando se confirmaron las incorporaciones de Jose Mourinho al Manchester United y de Pep Guardiola al Manchester City, se crearon en la Premier League muchas expectativas sobre ellos que no se han visto confirmadas. Al margen de su contribución profesional (negativa en el caso de Mourinho y positiva en el de Guardiola), los responsables de la organización del campeonato inglés, en su objetivo de convertir la Premier en la mejor competición futbolística del mundo, esperaban de los dos técnicos el valor añadido de sus polémicas para conseguir elevar el nivel de atención y de interés que la Premier puede ofrecer de sus partidos con sus polémicas de antes y después de los encuentros. Esperaban una reedición de los desencuentros que protagonizaron en la Liga española cuando dirigían al FC Barcelona y al Real Madrid.
Sin embargo, a la hora de la verdad, Mou y Pep han mantenido hasta ahora un respeto mútuo que ha sorprendido a los ingleses. La guinda la ha puesto hoy Pep Guardiola, que ha venido a solicitar respeto por su colega portugués, que está viviendo momentos difíciles encadenando una derrota tras otra. Quienes esperaban que Guardiola hiciera leña del árbol caído se han quedado con las ganas. Pep ha dicho que las críticas que los diarios ingleses vierten sobre Mourinho son injustas y ha pedido a los aficionados del United paciencia con él: “He oído un montón de cosas que no son verdad acerca de lo que está sucediendo ahora mismo. No es justo lo que están viviendo algunos colegas que ahora no ganan”, ha sido el comentario de Guardiola referido a Mourinho sin mencionarle. . “Sólo llevamos cinco partidos de Premier League. Yo sé qué me va a pasar a mí, a mi club y a mis jugadores cuando no ganemos. Es imposible ganar todos los partidos, es imposible tener al equipo al máximo rendimiento siempre”.
No es difícil imaginar que Mourinho no olvidará el "capotazo" de Pep y lo que comenzó amenazando con convertirse en un ring de boxeo tiene toda la pinta de acabar con Mou y Pep abrazados.