Josep María Bartomeu casi le ficha: el Barça hubiera cometido un error

Josep María Bartomeu casi le ficha: el Barça hubiera cometido un error

Leo Messi tuvo muy buen ojo rechazándole

Jean Michaël Seri jamás olvidará el verano de 2017, pues marcó un antes y un después en su vida. En ese momento, era uno de los centrocampistas más valorados del continente, y tuvo varias propuestas sobre la mesa. Pero la que más le sedujo fue la del Barça, que llegó a tener un acuerdo completamente cerrado con el OGC Niza, su club en aquél entonces, a cambio de 40 millones de euros. Josep María Bartomeu estaba decidido a llevárselo.

No obstante, todo se torció en el último instante, y se echaron para atrás, cuando tan solo faltaba la firma de su contrato. Una traición que el internacional con la selección de Costa de Marfil nunca ha sido capaz de perdonar, pues cambió su carrera. Perdió la motivación, y su rendimiento decayó de manera notable, teniendo que quedarse otro año más en la Ligue 1. Después de eso, firmó por el Fulham, un club de un rango y un prestigio claramente inferior.

Seri

Pero en la Premier League no encajó, y se fue cedido al Galatasaray, donde tampoco le fueron las cosas excesivamente mejor. El pasado verano volvió a Londres, aunque, debido a la falta de oportunidades, acabó por marcharse nuevamente en el mercado invernal, y volvió a Francia, para jugar en el Girondins de Burdeos seis meses. Sus derechos siguen perteneciendo a los ‘cottagers’, y en caso de que nadie se lo lleve, tendrá que jugar en la Championship.

A sus 29 años, el ex de Paços de Ferreira u Oporto está lejos de consolidarse y de asentar cabeza. Han pasado cuatro años, tiempo suficiente para perdonar y olvidar, pero no consigue quitarse de la cabeza lo cerca que estuvo de llegar al Camp Nou, y jugar en La Liga Santander. Hubiese sido un sueño, que casi se cumple, pero que no pudo llegar a fraguarse por culpa de la intervención de una figura: Leo Messi, que lo vetó por completo.

Seri sabe que ya nunca jamás podrá jugar en el Barça, ni en un equipo de su calibre. Y ese disgusto es imposible que se le vaya.

No todos tienen ese privilegio.