El 'show' de la gala de la Champions 'pica' a Cristiano (y avisa a Benítez)

El 'show' de la gala de la Champions 'pica' a Cristiano (y avisa a Benítez)

El portugués no puede perder ni un minuto en recortar distancias con Messi en su carrera personal por el Balón de Oro

Cristiano Ronaldo terminó la temporada pasada con un sabor agridulce. No sólo por el final sin grandes títulos del Real Madrid, sino porque él, en su rendimiento personal, no fue capaz de mantener el nivel que había mostrado durante el año 2014 hasta diciembre. La Gala del Balón de Oro en la que consiguió su tercer galardón y el segundo consecutivo fue la línea que marcó su lento pero progresivo descenso 'de los cielos'... de nuevo en favor de Leo Messi, que a partir del mes de enero de 2015 ha vuelto a mostrar un nivel parecido al de los mejores tiempos que se le conocen.

 

Y eso es mucho, muchísimo. Pocos dudan de que el argentino ganará este año su quinto Balón de Oro. Todo un palo para CR7, cuyo mensaje en forma de reto personal debió escocer tanto a Leo como para ver lo que se ha visto del astro culé desde ese instante: "El año que viene vendré aquí para intentar ganar otra vez y coger a Messi". No podrá ser... seguramente.

 

Ahora, el hándicap para el de Madeira es luchar contra el tiempo, que corre en su contra. No ya para intentar ganar el Balón de Oro (sabe que haga lo que haga, seguramente ya es del argentino) sino para minimizar el desastre en el que se están convirtiendo sus últimos meses de fútbol, en los que está viviendo una crisis de juego sin precedentes y una progresiva disminución en su capacidad goleadora. Se dice que su situación personal (ruptura con su pareja, Irina Shayk en los primeros meses de 2015) no ayudó. Pero alcanzada la treintena, muchos ya han aventurado que empieza su declive.

 

Por eso, el 'runrún', aderezado con las nuevas ideas y las 'manías' (entendidas en el buen sentido) rotatorias de Rafa Benítez, de que Cristiano acabaría jugando de delantero centro en el Madrid. Una posición que exige menos desgaste físico para sus maltrechas rodillas y en la que demostró una sobrada capacidad para marcar goles el pasado curso. Él no quiere. Sabe que convertirse en un mero 'killer' del área no le valdrá para seguir compitiendo con Messi. Necesita su espacio natural y sentirse protegido, y por eso le espetó al técnico que no puede variar su posición en el campo a la ligera, como pretenden para darle más protagonismo a Bale.

 

De CR7 depende volver. La pelota está en su tejado, y en el de su físico. El punto favorable es que, seguro (a tenor de sus reacciones), la Gala de la Champions de ayer en la que hubo un conato de lo que puede ser la próxima fiesta del Balón de Oro le sirvió de acicate. Ahora, el que se ha picado, es él.