Los tres negocios ruinosos que cuestionan la capacidad de Robert Fernández
El Barça se desprendió este verano alegremente de tres delanteros y ahora busca uno desesperadamente.
Hace cinco meses podía parecer que en la plantilla del Barça existía overbooking de delanteros. Messi, Neymar y Suárez, titulares. Pero había más: Pedro, Munir, Sandro, Deulofeu y Adama Traoré. El Barça, a través de su nuevo director deportivo, Robert Fernández, entendió que había que soltar lastre para evitar la superpoblación de atacantes. Y de los ocho delanteros pasamos a cinco después de que el club se sacara de encima este verano a Pedro (al Chelsea por 40 millones), Adama Traoré (al Aston Villa por 10+2 millones) y Gerard Deulofeu (al Everton por 6 millones).
El resultado de la planficación de Robert Fernández es que junto a los tres titulares indiscutibles quedan Sandro y Munir. Nada más. Y ahora Luis Enrique reclama a Nolito o quien sea para reforzar la delantera. Ahora el técnico echa de menos a Deulofeu o Adama Traoré, que podrían haber servido de alternativas en el equipo durante la ausencia de Leo Messi.
La decisión clave era mantener o traspasar a Pedro. De quedarse Pedro, los descartes estaban más que justificados, ya que el delantero canario se adjudicaría la plaza de "cuarto delantero", quedando los canteranos como recurso de emergencia para casos excepcionales. Pero si la idea era vender a Pedro, de entre Deulofeu y Adama al menos uno de los dos debió quedarse. Nadie lo preveyó y ahora le dicen a Bartomeu que debe rascarse el bolsillo en el mercado de invierno. Y Bartomeu responde que si se hubiera quedado en la plantilla uno de los tres delanteros vendidos este verano, ahora no habría que perder el tiempo buscando refuerzos. La posición de Robert Fernández se va debilitando en el club. Si el criterio de Zubizarreta ya generó dudas en la zona noble del Camp Nou, el de Robert Fernández despierta unanimidad... en su contra.