El por qué de la lista de 'saldos' que baraja el Barça para enero

El por qué de la lista de 'saldos' que baraja el Barça para enero

La gestión tiene al club con la soga al cuello

El Barça no tiene efectivo. Las milongas que cuentan desde el club no se las cree ni el más corto. Las fichas astronómicas han lastrado a la entidad que vive con un ojos puesto en el Ebitda y otro en el tope salarial, 'Fair-play' financiero, marcado por la UEFA.

 

Como ya avanzamos en este medio hace semanas, la situación financiera en el Barcelona no está como para tirar cohetes, al contrario: los estatutos del club estipulan que la deuda no puede superar al Ebitda multiplicado por dos. Para esta última temporada, no debe ser mayor al 2,75 (irá disminuyendo en 0,25 por ejercicio). Será a partir del 2018 cuando se ajuste al 2,0. Sin embargo, el último balance indica que la relación entre el Ebitda y la deuda está ahora en 3,2. Números peligrosos para la directiva, obligada por los estatutos a conservar el equilibrio patrimonial, que de continuar en esta dinámica debería dimitir.

 

Además, la masa salarial se ha disparado -supone el 73% de los ingresos totales de la entidad-poniendo en riesgo a la entidad con una nueva sanción como ya le ocurriera a City/PSG.

 

Resumen, nada de bombazos en el mercado: como mucho petardos. Una lista de futuribles -Negredo, Kuyt, Sergio García, Jonathan Soriano y otros saldos del estilo- para enero que no ilusionan al barcelonismo. Los fichajes de campanillas pasa sí o sí por liberar masa salarial, y ojo, no de Munir/Sandro/Bartra y compañía, sino de jugadores con importancia: Andrés Iniesta.