Mensaje de Zidane a James en pleno partido... ¡y este se lo devuelve!
Así fue el que, para muchos, ha sido el último encuentro del colombiano. Otros análisis son más optimistas.
El Real Madrid - Celta del Bernabéu este sábado no sólo dejó la bola en la garganta del madridismo tras un choque tremendamente complicado que sólo tumbó un disparo lejano de Kroos, sino que también fue una noche para ver cómo respiraba el coliseo blanco con James Rodríguez. Para empezar existían dudas de si jugaría, ya que Zidane volvió a dejarle en el banquillo.
Pero el técnico francés no sólo tiró de él durante el encuentro sino que además lo hizo en el momento más crítico, con empate a un gol en el marcador y el panorama más que incierto. Y quitando a Modric, que había sido el mejor de la primera parte. Llegados a este punto cuesta identificar si se trataba de un recurso sincero, de una forma de hacer que el Bernabéu 'matase' al colombiano o se matase él solo, o si Zizou quería darle una última oportunidad para salvarse.
James salió en el 69' y no estuvo especialmente fino, ni en los centros ni tampoco en las jugadas de combinación. Demasiado acelerado, su ímpetu por demostrar que quiere quedarse en el club fue positivo a la hora de presionar y correr, pero jugó en su contra en ciertas jugadas en las que quizá debió ser más conservador para no convertir un partido con ventaja momentánea en un correcalles.
Ahora todo queda en manos del club. James habló en el campo con su versión más esforzada. Desde luego, ha hecho lo posible por demostrar que quiere volver a triunfar vestido de blanco en este pequeño espacio de tiempo que ha tenido entre su regreso de las vacaciones y el final de agosto. Quizá esa reacción haya llegado tarde... o no.