El jugador del Barça que 'raja' de Luis Enrique (y no es Rakitic)

Los ‘enanos’ crecen en el vestuario del Barça. Cada partido parece un examen incómodo y cada vez que es Messi el hombre que saca a flote al equipo afloran más las críticas al conjunto, en medio de una creciente convulsión social provocada por muchos aspectos: las renovaciones que no llegan, las exigencias de unos y de otros y los cruces absurdos de declaraciones con mensajes subliminales incluidos entre la directiva y el vestuario azulgrana, que no hacen sino presagiar una explosión de mal rollo que puede convertir la temporada en un infierno.

Y en estas, cada uno intenta hacer la guerra por su cuenta. Surgen las historias rocambolescas, como esos supuestos grupos de Whatsapp donde se ‘pone verde’ al entrenador y se evidencia el descontento de muchos jugadores. Del que más se comenta, Ivan Rakitic, que después del Clásico ante el Real Madrid ha sido muchas veces señalado por decisión técnica por Luis Enrique, provocando un interesante debate entre la afición y haciendo que se especule con su salida del equipo. El croata suele ser el ‘patito’ feo cada vez que hay que variar una alineación titular tipo o realizar algún cambio.

Pero hay más jugadores en una situación precaria que empezarían a desconfiar del técnico. Otro que no tiene nada claro qué hacer es Paco Alcácer. El delantero ha visto cómo su carrera ha dado un giro de 180 grados en apenas cinco meses. De ser el delantero referencia del Valencia, el estandarte del equipo de su tierra natal y además un ariete emergente en la Selección española, con un buen promedio de goles como internacional, ha pasado a un tercer plano mediático sin apenas minutos en un Barcelona en el que solo juega lo que le permite la MSN. Y para colmo, está absolutamente gafado con el gol, justo por lo que se le fichó.

Alcácer considera que es el principal culpable de su propia situación en el Barcelona, pues en su caso los goles sirven de medidor de su rendimiento más que en cualquier otro de la plantilla. Pero podría revertirla si Lucho pone un poco más de su parte y no le saca en partidos intrascendentes o casi siempre con pocos minutos en los que intentar marcar. Se ha metido en una especie de ‘bucle’ psicológico difícil de superar sin algo más de ayuda por parte del técnico. Su paciencia está llegando a su límite y de seguir así tendrá que tomar una decisión para relanzar su carrera, herida no de muerte… pero sí de forma importante.