El Barça 'pasa' de Pizzi: la respuesta al "no" del argentino es un 'bombazo' bestial
Desde el conjunto azulgrana no se pierde la cabeza respecto a la contratación del nuevo entrenador para la próxima temporada.
No será Pizzi. El globo sonda que había recorrido redes sociales y medios de comunicación en las últimas horas parece haber quedado en nada. El técnico argentino, Seleccionador de Chile en la actualidad, prefiere seguir en el combinado campeón de Sudamérica a un año vista del Mundial de Rusia a convertirse en el nuevo entrenador del Barça para la próxima temporada. "Hablé con Juan Antonio y no es momento de dejar Chile. Tiene un compromiso importante con La Roja", comentaba al respecto su propio agente, Ricardo Schiepler.
Así pues, el Casting de técnicos tacha a uno más de una lista que ha ido engordando con el paso de las semanas, aunque a más de un candidato habría que ponerle en cuarentena desde el punto de vista de su viabilidad y/o interés real por parte del Barcelona. Desde Valverde, el favorito, a Sampaoli, que interesó y ahora se ha alejado, pasando por Óscar García, Ronald Koeman, Massimiliano Allegri (imposible), Gio van Bronckhorst (muy improbable) y ahora Pizzi.
Sin embargo, y aunque el mensaje que lanza constantemente la secretaría técnica del club azulgrana respecto al perfil de entrenador que sustituirá a Luis Enrique, que sí tienen claro (que conozca la casa y respete el estilo de fútbol que se practica en la entidad a todos los niveles), no crean que el abanico de posibildades se hace tan corto como puede parecer. Gente que conozca el Barça hay bastante y no sólo en Catalunya o en el resto de la Liga. Y de hecho, surge ahora un nuevo candidato que tiene caché, conoce el club y está libre.
Se trata de Laurent Blanc. El francés se encuentra sin equipo después de que fuese despedido del PSG por no alcanzar nunca el objetivo de la Champions, en favor de Unai Emery. Su nuevo reto es entrenar en el extranjero, tras una primera experiencia en el Girondins de Burdeos, un salto enorme dirigiendo a la Selección francesa durante dos años y en dos citas importantes (Mundial 2010 y Euro 2012) y después al conjunto parisino durante tres campañas.
Tiene experiencia, títulos en su bagaje como entrenador y además conoce la casa. Su estilo no es demasiado ofensivo pero tampoco es defensivo, y en general puede amoldarse a lo que se pide en el Barcelona. Eso sí, queda la duda de si será un hombre con el carisma suficiente como para convencer a la afición y volver a despertar el hambre en un vestuario que lleva varias temporadas siendo acusado de una autogestión que ha sido más negativa que positiva, a pesar del triplete de 2015.