¡Contra las cuerdas! Iba todo bien, y ahora le llueven palos ¡por esto!

¡Contra las cuerdas! Iba todo bien, y ahora le llueven palos ¡por esto!

Ojo a la posición de Lopetegui y a la Zidane

A estas alturas de la temporada hacer el peor partido de lo que va de curso es casi un ‘inaceptable’ para un grande de LaLiga, y eso es justo lo que le ocurrió ayer al Sevilla en Copa de Rey ante el Mirandés, de Segunda División, que ya se cargó al Celta de Vigo. Y no lo decimos nosotros, sino su técnico, Julen Lopetegui. Lo cierto es que los burgaleses supieron llevar el peso del partido y sentenciar sus oportunidades dejando muy tocado al ex entrenador del Real Madrid y hoy míster del cuadro hispalense. Y lo hicieron gracias a la magia de un futbolista cedido por el Watford inglés, Matheus Aias, y la ausencia de peligro, entre otros, del gran fichaje de invierno del Sevilla: En Nesyri.

Y eso es precisamente lo que se le echa en cara desde la ciudad de Nervión tanto al técnico vasco como a Monchi, director deportivo: que se lanzasen a fichar al jugador marroquí, que aún no ha aportado nada, habiendo jugadores más interesantes por ahí, todo ello a juicio de ciertos aficionados y voces del fútbol en el mercado (como Raúl de Tomás, que lo está partiendo en el Espanyol, o el mismo Matheus, que ayer literalmente les hizo trizas).

Desde luego que en Copa de Rey el equipo de Lopetegui y su ex equipo, hoy en manos de Zinedine Zidane, dieron dos versiones completamente opuestas. Ver a su ex equipo triunfar y a su proyecto caerse en esta competición es algo que a Lopetegui no le ha hecho ninguna gracia; los blancos lideran la competición doméstica y pasaron por encima del Zaragoza (0-4) en su cita copera, todo lo contratio que el Sevilla.

La situación del de Asteasu al frente de los sevillistas –que, eso sí, en LaLiga es tercero por delante de Getafe y Atlético de Madrid, a los que distancia en dos puntos (a los 38 del cuadro andaluz, le acompañan los 36 de los dos equipos madrileños)- no peligra pero ha sentado muy mal en la capital andaluza la eliminación ante un rival inferior, así como el movimiento por el delantero africano, ex del Leganés. Con todo, para el Sevilla aún quedan dos balas gordas por explotar: la competición doméstica, donde aspira a ser el tercer mejor equipo de España, y la Europa League, su competición fetiche.

Cerrado uno de los frentes abiertos, el Sevilla recibe la visita en liga este domingo -18.30, hora española- del Alavés, decimocuarto clasificado, con la evaluación al preparador y al equipo del Sánchez Pizjuán. Veremos cómo recibe la parroquia sevillista a su plantel. Lo que sí ilusiona a los nervionenses es la llegada del extremo procedente del AC Milan, Suso. El talentoso jugador gaditano llega cedido con opción a compra y se espera mucho de él. Lopetegui aún ve con esperanza el futuro.