En el Barça empieza a no gustar la vida que está llevando Lamine Yamal
El club azulgrana observa con preocupación los últimos actos del crack del equipo
Lamine, que hasta hace poco era un adolescente más en La Masia, se ha convertido en una estrella mediática a nivel nacional. Su presencia en revistas del corazón como Lecturas, donde apareció recientemente en portada, no ha sentado bien en los despachos azulgranas.
Aunque es normal que un jugador de su proyección genere interés más allá del deporte, la preocupación es que esa atención venga acompañada de actitudes que no casan con el modelo que el Barça intenta inculcar a sus jóvenes talentos.
Preocupación en el Barça por el rumbo de Lamine Yamal fuera del campo
En el FC Barcelona han comenzado a sonar las alarmas en torno a la figura de Lamine Yamal, la joven perla de 17 años que ya ha deslumbrado en el primer equipo. No es su rendimiento deportivo lo que inquieta a la cúpula culé, que sigue siendo excelente, sino la vida que el futbolista empieza a llevar fuera del terreno de juego. En el club temen que la mezcla de fama prematura, exposición mediática y malas compañías pueda poner en riesgo su prometedora carrera.
En el club, dirigido por Joan Laporta, no ha pasado desapercibido su reciente cambio de imagen, como el tinte en el cabello, ni las compañías que frecuenta, algunas de las cuales ya han sido señaladas por moverse más por interés que por amistad real. Todo ello en un momento vital en el que Lamine aún se está formando como persona y deportista. Desde el Barça entienden que, sin un entorno sólido, la fama y el dinero pueden ser una combinación peligrosa.
Un talento descomunal que necesita equilibrio personal
En lo estrictamente futbolístico, nadie duda de que Lamine Yamal es uno de los mayores talentos que ha dado La Masia en los últimos años. Su desborde, visión y madurez en el campo son impropias de su edad. Pero en el Barça saben, por experiencia propia y ajena, que no basta con ser bueno con el balón: también hay que saber manejar todo lo que rodea a la élite.
El cuerpo técnico, encabezado por Hansi Flick, y la dirección deportiva ya han mantenido conversaciones con su entorno más cercano, tratando de reforzar la importancia de la disciplina, el equilibrio y el foco en el fútbol. Algunos veteranos del vestuario también han sido clave para aconsejarle y ponerle ejemplos de compañeros que vieron su carrera truncada por no saber gestionar la fama a tiempo.
El Barça no quiere que Lamine se pierda. Le ven como una joya generacional, pero también como un joven que necesita ser guiado. Por eso, dentro del club trabajan con discreción, pero con firmeza, para evitar que las luces fuera del campo opaquen su brillante futuro.