Flick tiene un problema grave en el vestuario del Barça que está necesitando ayuda psicológica
Un jugador está muy afectado anímicamente por su rendimiento en el campo
La situación de Frenkie de Jong en el FC Barcelona está siendo muy complicada. El neerlandés tuvo un buen papel en la gran victoria contra el Mallorca, con gol y asistencia, pero ante el Betis todo volvió a la realidad y el centrocampista volvió a ser el gran señalado, tanto por sus compañeros como por la afición. El jugador cometió el penalti que permitió al conjunto andaluz empatar el encuentro.
A partir de allí, a De Jong se le vio mal anímicamente porque supo que se había cargado él un partido que el Barça lo tenía controlado. Además, fue a los pocos minutos de entrar, lo que irritó más a los aficionados azulgranas, que no soportan al futbolista y creen que su presencia en el terreno de juego es perjudicial para el equipo. Actualmente está recibiendo más críticas que elogios y el neerlandés no lo está pasando bien.
De Jong, afectado anímicamente
La verdad es que el centrocampista aún no está del todo recuperado de la lesión en el tobillo que lo tuvo en el dique seco durante varios meses. De Jong aún no se siente al 100% y va con miedo a algunas disputas de balón, lo que le perjudica más aún. Por otra parte, si en el campo el equipo empata o pierde por su culpa, es peor aún para su mentalidad, muy débil después de todo lo que ha pasado.
El jugador acabó el partido contra el Betis muy tocado y con un sentimiento de culpabilidad hacia su persona. Incluso De Jong se disculpó a sus compañeros, pero ellos no le vieron como el gran culpable del empate final. Aun así, el neerlandés piensa que si no hubiese cometido ese penalti absurdo, el Barça podría haber salido del Benito Villamarín con una buena victoria.
La situación del jugador en el Barça
En la dirección deportiva se están quedando sin argumentos para poder renovar al futbolista. De Jong tenía una oferta de renovación sobre la mesa, pero no la contestó y todo apunta a que el club la ha retirado. Ahora, Joan Laporta prefiere vender al jugador para sacar algo de dinero por su traspaso y evitar que se marche gratis en 2026. Además, Hansi Flick tampoco lo tiene como un jugador imprescindible.