35 millones: Laporta logra quitarle un fichaje ‘in extremis’ al Madrid

Bryan Gil es la gran revelación de La Liga Santander, o una de las mayores. Pese a que sus cifras no son ningún escándalo, tres goles y dos asistencias, lo cierto es que su temporada está siendo increíble. Es la gran esperanza del Eibar, que pelea por evitar el descenso, y que se aferra a su magia, su creatividad, su talento y su desborde para salvar la categoría. Una responsabilidad tremenda para un chaval sin apenas experiencia, y que tiene 20 años recién cumplidos.

Pero es que el potencial del andaluz no tiene techo. Criado en la cantera del Sevilla, una inagotable fuente de extremos prometedores, como el malogrado José Antonio Reyes, Jesús Navas o Alejandro Pozo, sus derechos todavía pertenecen a los de Nervión. De hecho, tuvo la oportunidad de jugar varios encuentros con el primer equipo, llegando a marcar algún gol, antes de irse cedido. Primero, al Leganés, donde estuvo el final de la pasada temporada, sin demasiado éxito.

Y ahora, a Ipurua, donde se ha encontrado con la figura de José Luís Mendilibar, que le ha dado confianza desde el primer minuto. Y el gaditano se la ha devuelto a base de recitales, ganándose su regreso al Ramón Sánchez Pizjuán, algo que tanto Monchi como Julen Lopetegui tienen decidido. El problema es el interés que el internacional español sub 21 ha despertado en entidades de la Premier League, y también, de Barça y Real Madrid. Casi nada.

Comparado con Leo Messi en sus inicios, el propio Gil ha dejado claro que el jugador en el que más se fija, y con el que guarda más similitudes por su físico, es con Ángel ‘el Fideo’ Di María. En Nervión ya habían avisado de que no tienen intención de negociar por él, pero es que se ha filtrado la existencia de una cláusula de rescisión en su contrato, cifrada en 35 millones de euros. Por lo tanto, si alguien la paga, no podrán hacer nada para retenerle.

Y Joan Laporta está decidido a hacerlo, para arrebatárselo a un Florentino Pérez que ya había hablado con Bryan, su agente y su entorno.

Lo hará antes de que esa cifra suba a 150 ‘kilos’.