¡Al Barça le cuesta 200M€ que Messi se vaya libre en junio!
Las condiciones pactadas con el astro brasileño por Josep María Bartomeu son desastrosas
En agosto de 2020 saltaba la noticia en toda la prensa mundial; periódicos, webs, televisiones, radios… anunciaban lo que ningún culé hubiera querido escuchar nunca. Messi solicitaba al Barça salir del club en base a una cláusula de su contrato por la que sería libre a final de temporada.
Aquel nuevo golpe al equipo blaugrana, que estaba herido por la durísima derrota sufrida frente al Bayern de Munich en cuartos de final de la Champions League, supuso un auténtico terremoto en las oficinas culés y un clamor en las redes sociales, pidiéndole al argentino que no se fuera y creando una montaña de especulaciones sobre cuál sería su futuro.
Las gestiones se enquistaban y a la par que Messi pedía la libertad por un lado, por el otro el presidente se negaba y exigía la cláusula de 700 millones de euros del contrato, alegando que el argentino sólo podía solicitar la libertad antes del 10 junio. Estando así las cosas, y después de dos semanas en las que surgirían todo tipo de rumores, finalmente el 10 se dio por vencido y continuó en el club. Incluso otorgó una entrevista para explicar sus motivos y aprovechar para llamar mentiroso a Josep Maria Bartomeu.
Han pasado varios meses de todo este embrollo, y el futuro de Messi todavía no está decidido, el Barça ya no tiene presidente y, además, tiene graves problemas económicos. Y sobre estos problemas sobrevuela otro más grave, el golpe a las arcas del Barça que tendría la salida de La Pulga al final de la temporada. Actualmente, aunque hay pactado un aplazamiento del pago de las nóminas de la primera plantilla, el argentino cobra 50 millones de euros netos, lo que al club le supone 100 kilos brutos, pero además la salida de Messi implica el pago de un acuerdo firmado por Bartomeu por el que el jugador cobrará otros 50 millones por su ‘carrera en el equipo’ tal y como consta en el documento, es decir 100 kilos más para el club.
Resumiendo, si finalmente su astro no continúa, el Barcelona se ve abocado a desembolsar 200 millones de euros, pierde a su mejor jugador y deja de ingresar una gran cantidad de dinero por la venta de camisetas y demás merchandising. Una operación totalmente ruinosa.