El Clásico arde para Xavi: en el Bernabéu al descubierto y en peligro

Cuando dos equipos juegan a este nivel al que están Real Madrid y FC Barcelona y saben de la rotunda eficacia y fortaleza de su adversario, sus capacidades se potencian, retroalimentándose, de ahí que muy probablemente si no de forma decisiva sí crucial, los Clásicos de esta campaña sean determinantes en el devenir de LaLiga. Pues bien, para el primero, el del Santiago Bernabéu, Xavi ya ha perdido dos piezas decisivas en defensa, como son Ronald Araújo y Jules Koundé, y puede perder alguna más.

Es verdad que las exploraciones con Memphis Depay y Frenkie de Jong son tranquilizadoras y parece que incluso podrían ser de la partida este mismo fin de semana en Mallorca, en el estadio de Son Moix (sábado 1 de octubre, 21.00, hora española), aunque también se advierte de puertas adentro que no quieren precipitarse con ellos ante el calendario que viene, donde surgen los dos partidos decisivos frente al Inter de Milán y el referido ante el Real Madrid, en el Santiago Bernabéu.

En cualquier caso, es innegable que el hueco que deja el parón de selecciones, que aún no ha acabado, es importante con estos jugadores porque tres de ellos eran de los más usados por Xavi hasta la fecha, como son el central uruguayo, el lateral y central francés y el mediocentro neerlandés, mientras que Depay estaba alcanzando buen nivel y siempre es una activo en ataque. Si a eso unimos el problema evidente de Ansu Fati, sí, Xavi tiene un problema.

Si nos concentramos en el charrúa y el galo, es verdad que el míster catalán esta temporada tiene alternativas (Eric García, Bellerín, Christensen, Piqué…), pero no a ese nivel. Araújo viene siendo determinante por su capacidad para cubrir al especio y en transición, también en el contacto directo, ambos aspectos muy a tener en cuenta frente a jugadores rápidos como Vinicius y Rodrygo o contundentes como Romelu Lukaku, por hablar de próximos adversarios. Por su parte, Koundé aporta versatilidad y fortaleza, además de profundidad, siendo así que la zaga culé se verá muy mermada con sus caídas; veremos hasta qué punto.