Florentino Pérez recibe el aviso: ellos dos son el futuro del Madrid

Tienen un potencial tremendamente alto

Florentino Pérez recibe el aviso: ellos dos son el futuro del Madrid

En los últimos partidos, a Zinedine Zidane no le ha quedado de otro remedio que apostar por los jóvenes talentos que hay en la cantera del Real Madrid. Más que por gusto, por obligación, debido a la plaga de bajas que han sufrido, entre las que se incluyen Sergio Ramos, Dani Carvajal, Lucas Vázquez, Eden Hazard o Fede Valverde. Una gran noticia para algunos talentos como Marvin Park, que fue titular ante el Getafe, Sergio Arribas o Víctor Chust, que gracias a eso han tenido minutos.

Sin embargo, Álvaro Benito, que fuera entrenador en La Fábrica, y que conoce perfectamente a casi todos los chavales, se ha atrevido a dar el nombre de dos futbolistas a los que ve como el futuro del club. Y ninguno ha podido hacer todavía su debut en la élite. El primero es Bruno Iglesias, que tiene 17 años, y ni siquiera ha ido convocado con en el Castilla que dirige Raúl González Blanco, que compite en Segunda División B, debido a su juventud.

Iglesias

Juega en el Juvenil A, y se trata de un mediapunta con una visión de juego, una clase y una elegancia exquisitas. Es internacional con la selección española sub 16 y sub 17, y se atreven a compararle con un ganador del Balón de Oro como Kaká, o con otro ex canterano que llegó a asentarse en el Santiago Bernabéu como José María Gutiérrez ‘Guti’, que también ha sonado para ser el entrenador. Y, en el mismo equipo, y de su mismo año, el 2003, es el otro protagonista.

Su nombre es Israel Salazar, y fue el miembro más joven de la plantilla que ganó la UEFA Youth League hace solo unos meses. En su caso, sí que ha ido con el filial, llegando a acumular tres partidos, en los que suma 32 minutos. También ha ido a ‘la Rojita’, y varios de los clubes más grandes de la Premier League, como el Liverpool o el Manchester City, estaban interesados en ficharle, antes de que firmara su primer contrato profesional.

Ambos, pues, merecen la pena ser ojeados y seguidos de cerca.