Florentino pregunta a los más cercanos:"¿Me equivoque trayendo a Zidane?"

Nadie sabe lo que pasa por la cabeza de Zidane. El francés siempre ha sido reservado con la prensa y ha dado la sensación de que el foto mediático le aburre y le asusta a partes iguales. Siempre muestra en rueda de prensa una imagen de extraña calma y de cierta tensión que no termina de convencer a parte del madridismo. No tiene el genio de Mourinho ni tampoco la mano izquierda que tenía Carlo Ancelotti. Es un quiero y no puedo que a muchos ya pone nerviosos.

Los jugadores siguen diciendo que tienen fe en su técnico y da la sensación, por sus palabras, de que le seguirían hasta el fin del mundo. Por sus hechos parece todo lo contrario. Los jugadores blancos parecen empeñados en demostrar que no quieren saber nada de su entrenador, pues en todos los partidos de la pretemporada han tenido errores que parecen más propios de un equipo de categorías inferiores que de un equipo de la calidad que se le presupone al Real Madrid.

No entiende tampoco parte de la plantilla los continuos cambios de sistema que está teniendo el equipo. Del 1-4-3-3 de los primeros días, clásico en el francés y con el que ganó tres champions seguidas, pasó al 1-3-5-2 para acabar con un 4-4-2 con prácticamente 4 delanteros. Los jugadores comienzan a sentirse atacados por la prensa y no hay nada peor que un jugador que se sienta en el ojo del huracán.

Tampoco entienden en las oficinas del Bernabéu a que está jugando Zidane. Su extraña calma asusta y aún más sus decisiones. La devaluación que ha hecho con James y Bale, el desprenderse de jóvenes para acabar jugando con la vieja guardia, jugadores que se quería desprender cuando dimitió y uno de los motivos de su marcha.

Nadie entendió los motivos de su marcha y ahora nadie entiende a Zidane en su vuelta. Se ha convertido en un incomprendido. Contra el Celta tendrá que intentar comprender, porque da la sensación de que la segunda etapa de Zidane no será tan larga y exitosa como la primera.