La guerra entre Messi y Setién paraliza a Bartomeu. ¡Solo puede quedar uno!

La guerra entre Messi y Setién paraliza a Bartomeu. ¡Solo puede quedar uno!

El cántabro no se muerde la lengua y quiere demostrar al argentino que el que manda en un equipo es el entrenador

Leo Messi se ha acostumbrado con los años a ser el capitán general del barco llamado Fútbol Club Barcelona. Él y solo él mandan en un club que por momentos parece ir a la deriva y que tan solo un caño o un golpe de magia del argentino pueden reconducir. Pero sin fútbol Leo no brilla. Puede sacar, como hizo hace una semana, una publicación donde asume que se bajara el sueldo junto al resto de la plantilla y dar la cara por sus compañeros, pero no puede hacer mucho más por el club. Suficiente tiene con aguantar toda la presión y toda la carga que le supone ser Leo Messi.

Setién ha llegado pisando fuerte. Aunque en público se muestra conciliador y no ha dado ningún rejonazo a sus jugadores mientras había competición, una vez se ha parado por el Coronavirus se ha ido desatando. Primero al confirmar al club que quiere prescindir de Luis Suárez. La información ha sentado como un tiro a Messi, amigo del uruguayo y hasta ahora ayudante en el vestuario del 10 del Barça.

Pero es que además ayer Setién habló para Rac 1 y quiso desdecir a Messi. El de Rosario comentó hace un mes que tal y como están ahora “no nos da para ganar la Champions. Este año no”, descartando al equipo culé como campeón. Setién ayer dijo que “no estoy de acuerdo con Messi, podemos ganar la Champions”.

El desencuentro parece cada vez más real. Bartomeu no sabe ya que pensar. No puede permitirse perder a Messi y cesar a Setién sería una muestra más que su gestión de la crisis con Ernesto Valverde fue desastrosa. Haga lo que haga puede salir perdiendo. Solo le queda la opción de sentarse con los dos y arreglar las cosas.

Setién quiere demostrar a los jugadores del Barça algo que parece han olvidado: en el vestuario manda el entrenador, no los jugadores. Han sido muchos años de mala praxis que puede tener consecuencias nefastas. La marcha de Messi está entre una de ellas. Terrible.