Hansi Flick rompe el silencio tras el fallo de Joan García ante el Oviedo
El técnico alemán lanza un mensaje de calma tras un momento delicado en el partido
El partido contra el Oviedo dejó una imagen inesperada. Joan García cometió un error que permitió al rival adelantarse en el marcador. El portero, al intentar salir con el balón controlado, entregó un pase arriesgado que terminó en gol en contra.
La jugada generó sorpresa y murmullos en la grada, pero Hansi Flick fue el primero en quitar hierro al asunto. El técnico explicó con serenidad que ese tipo de fallos forman parte del estilo de juego que propone el equipo. Recordó que la idea es construir desde atrás y que, en ese camino, los riesgos son inevitables.
“Puede pasar”, dijo el alemán. Lo importante, para él, no es tanto el error como la reacción posterior. Y esa fue positiva: el Barça se levantó, apretó y acabó remontando el encuentro.
Hansi Flick: "Joan Garcia's mistake? It can happen, it's a consequence of our game because we want to play the ball out well, he's a fantastic goalkeeper, it's football, we came back and that's the most important thing." pic.twitter.com/CE9qlvBs1A
— Barça Universal (@BarcaUniversal) September 25, 2025
Confianza y aprendizaje
Flick no se limitó a justificar la acción. Aprovechó el momento para reforzar la confianza en Joan García. Lo definió como un portero fantástico y elogió su capacidad para rehacerse después del fallo. Destacó que, lejos de venirse abajo, siguió compitiendo y mostrando personalidad.
El entrenador quiso subrayar un mensaje claro: los errores no definen a los jugadores, lo hace la forma en que se enfrentan a ellos. Para él, mantener el estilo y la valentía es más importante que esconderse tras un tropiezo. La remontada sirvió como ejemplo de lo que Flick persigue. Quiere un equipo que no se derrumbe ante la adversidad, que aprenda de los golpes y siga fiel a su identidad. El fallo de Joan García se convierte así en una lección más dentro de un proceso de crecimiento.
En definitiva, Flick no solo protegió a su portero. También mandó un aviso al vestuario y a la afición: el camino no estará libre de errores, pero cada paso es parte de una construcción más grande. El fallo quedó atrás, pero el mensaje de Flick fue claro: el Barça crece incluso desde sus tropiezos