Joan Laporta se fija en un tapado para el centro del campo del Barça

Joan Laporta se fija en un tapado para el centro del campo del Barça

Anota un nombre más a su agenda

La carrera de Mikel Merino es, cuanto menos, curiosa. Porque pocos jugadores pueden presumir de dar el salto de La Liga SmartBank a uno de los conjuntos más grandes de Europa, y disputar la Champions League. Así lo hizo en su día, en 2016, después de irrumpir con fuerza en las filas de CA Osasuna, despertando el interés de varios conjuntos. El que más, el Athletic Club de Bilbao, pero, al final, se decidió por marcharse al Borussia Dortmund.

Pero apenas jugó ni tuvo un papel importante en los planes de Thomas Tuchel, de modo que acabó saliendo traspasado un año después, aunque puede presumir de tener una DFB Pokal en su palmarés. Acabó en el Newcastle United, que le dio la posibilidad de conocer la Premier League, si bien tampoco cuajó, a pesar de tener la completa confianza de Rafa Benítez. Y al final, acabó aterrizando en La Liga Santander, concretamente, en la Real Sociedad.

Merino

Y todo cambió en su vida desde el día en el que puso un pie en Donosti, pues recuperó la confianza en sí mismo, y al fin, explotó todas sus cualidades. Ha sido una de las grandes estrellas desde entonces, y ya está en la historia de la entidad ‘txuri urdin’, al ganar la Copa del Rey, rompiendo con una sequía de títulos histórica. Su gran desempeño también le ha llevado a ser internacional español absoluto, y su ausencia fue de las más destacadas en la convocatoria de Luis Enrique para la Eurocopa.

Al final, como él mismo ha revelado, se debe a una lesión que se está tratando. El navarro se ha colado en la agenda del Real Madrid, y ahora, también, del Barça, pues Joan Laporta busca un nuevo centrocampista. Y ha puesto sus ojos en Merino, que siempre ha dicho que se encuentra muy feliz en Anoeta, pero que no oculta que le encantaría volver a probar suerte en un conjunto más poderoso. El único obstáculo para los culés sería su precio.

Difícilmente le dejarán marchar con facilidad, y como mínimo, exigirán más de 30 millones de euros.

Parece bastante complicado, pues.