La Real Sociedad se está hartando de Sergio Francisco y ya busca sustitutos

El rendimiento de los 'txuri-urdin' preocupa mucho

La Real Sociedad se está hartando de Sergio Francisco y ya busca sustitutos

La Real Sociedad atraviesa uno de los momentos más preocupantes de las últimas temporadas. El equipo donostiarra apenas suma 5 puntos y se hunde en los puestos de descenso, una situación que ha encendido todas las alarmas en el club. Las sensaciones sobre el césped son negativas, el juego no convence y el vestuario comienza a mostrar signos de desconfianza hacia Sergio Francisco, un técnico que no termina de encontrar la fórmula para revertir la crisis.

Xavi García Pimienta, Quique Sánchez Flores y Raúl González, las opciones sobre la mesa

En San Sebastián ya se habla abiertamente de posibles sustitutos. El primero en la lista es Xavi García Pimienta, quien dejó una gran impresión en Las Palmas por su estilo de juego ofensivo y su capacidad para sacar el máximo rendimiento de plantillas modestas. Su perfil gusta mucho por su compromiso con el fútbol de posesión y su apuesta por los jóvenes, algo que encajaría perfectamente con el proyecto txuri-urdin.

Otro de los nombres que suena con fuerza es el de Quique Sánchez Flores, un entrenador experimentado, capaz de dar estabilidad y resultados a corto plazo. Su carácter fuerte y su disciplina podrían ser justo lo que necesita una Real Sociedad que ha perdido el rumbo en lo táctico y en lo anímico. También aparece en el radar Raúl González, el técnico del Castilla, cuyo nombre lleva tiempo rondando los banquillos de Primera División y que sería una apuesta de futuro interesante.

Y es que el objetivo del club siempre ha sido clasificarse para Europa, algo que hoy parece muy lejano. El inicio de temporada ha sido un jarro de agua fría para una afición que esperaba ver a su equipo consolidado entre los mejores.

De este modo, la dirección deportiva se enfrenta a una decisión crucial: mantener la confianza en Sergio Francisco unas jornadas más o apostar por un cambio radical antes de que sea demasiado tarde. El tiempo corre y la presión aumenta, mientras los posibles sustitutos aguardan su oportunidad.

Así pues, la Real Sociedad podría vivir un nuevo vuelco en el banquillo si los resultados no llegan de inmediato. El margen de error es mínimo y la paciencia, prácticamente inexistente.