¡Le echan! Tiene las horas contadas y la plantilla lo celebra

¡Le echan! Tiene las horas contadas y la plantilla lo celebra

No ha calado entre la plantilla su mensaje en esta segunda etapa en el club

Zinedine Zidane es un superviviente. Sobrevive como puede a las crisis. Ya le pasó en su primera etapa. Cuando llegó, desde el primer día, casi estaban contando las horas para ver cuando le echaban del Real Madrid. Era como un yogur caducado en un estante equivocado. Todos querían adivinar cuando llegaría la indigestión de Florentino y el Madrid acabaría tirando al francés a la basura. No sabían que Zidane tiene algo que no se estudia ni se entrena ni se puede comprar: el gen ganador.

Y con ese gen, y también con algo de suerte en algún cruce, el Real Madrid se plantó en la final de la Champions contra el Atlético de MadridLa segunda vez que se veían en la final en tres temporadas. Mismo final. El Madrid campeón y el yogur de Zidane que de repente tenía más vida que nunca.

Ganó dos Champions más y se fue. Por la puerta grande, como se van los campeones. Pero el Madrid le necesitaba y volvió. Y otra vez el yogur parece que está caducado. Algunos parecen tener la memoria corta… veremos el final.

Quien parece que no va a aguantar más es Fran Escribá con el Celta de Vigo. El entrenador del conjunto vigués se ganó la renovación tras conseguir el objetivo la pasada temporada: evitar el descenso. Que parece poca cosa para un club con sueños grandes, pero tal y como se pusieron las cosas es a lo máximo que podían aspirar.

Este año tras grandes incorporaciones, como la de Rafinha o Denis Suarez, el equipo aspiraba a luchar por los puestos europeos. Pero como en la vida, el fútbol te pone en tu lugar cuando el balón rueda. El celta ocupa de nuevo las últimas plazas de la clasificación. El “yogur” Escribá está caducado y es cuestión de tiempo que Mouriño, presidente celtiña, le aparte de la estantería.

Falta por ver quien será su sustituto. Quizás la jornada entre semana va a alargar la estancia de Escribá en el banquillo. Pero para su desgracia no todos los entrenadores se llaman Zinedine Zidane. El yogur no aguanta más. La plantilla lo celebra. Necesitaban un cambio. Creen que tienen equipo para más.