Leo Messi alucina: la decadencia de un ganador del Balón de Oro

El Golden Boy es un premio que se otorga al mejor jugador sub 21 del año. Es decir, que es como el Balón de Oro, aunque con una regla diferente, y es que ningún futbolista puede ganarlo dos veces. Y es un trofeo del que pueden presumir cracks de la talla de Leo Messi, Cesc Fábregas, Wayne Rooney, Sergio ‘el Kun’ Agüero, o, más recientemente, Isco Alarcón, Mario Götze, Raheem Sterling, Matthijs de Ligt, Kylian Mbappé y Anthony Martial.

Y uno de los elegidos, concretamente en el año 2010, fue Mario Balotelli. Aunque en su caso, y a diferencia del resto de nombres mencionados previamente, no tuvo la carrera que se esperaba. Ese verano había dejado el Inter de Milán, donde conquistó el triplete, para irse al Manchester City, donde tampoco pudo asentarse, si bien tuvo buenas rachas, y ganó el título de Premier League en 2012. Hasta que decidió regresar a la Serie A para jugar en el AC Milan.

Allí renació y volvió a dar de que hablar, convirtiéndose en la estrella de su club, lo que llevó al Liverpool a apostar por él en 2014, para cubrir la baja de Luis Suárez, que se fue al Barça. Y se puede catalogar como una de las operaciones más ruinosas de la historia ‘red’, algo que tampoco pilló por sorpresa a muchos. Cuajó una campaña horrorosa, para el olvido, y acabó regresando a Italia apenas un año después, de nuevo a San Siro.

Tampoco brilló en su segunda etapa allí, y decidió probar suerte en la Ligue 1, en las filas del Niza. Volvió a asomar la cabeza, y tras dos años y medio allí, el Olympique de Marsella de nuevo le dio un voto de confianza, pero fracasó con estrépito. Duró unos pocos meses, y regresó a su país para jugar en el Brescia, la temporada anterior, donde no pudo evitar el descenso a la Serie B. Y desde verano es libre, y no tiene, por el momento, ninguna oferta que le convenza.

Por ello, Balotelli se encuentra entrenando con un equipo de la cuarta división, la Serie D. Se trata del Franciacorta.

Con lo que se esperaba de él…