Leo Messi explota en el vestuario y Ernesto Valverde y el resto callan

Leo Messi explota en el vestuario y Ernesto Valverde y el resto callan

El argentino amenaza al que no de la talla y ¡le dice esto a todos!

El nivel de exigencia de Leo Messi, del que ha tenido mucho que ver Cristiano Ronaldo en los últimos años (tanto uno como el otro llegaron a tener en Real Madrid y Barcelona a figuras les informaban antes de los partidos los registros que estaba teniendo su homólogo del eterno rival), es descomunal. Leo es casi perfecto en sus acciones sobre el terreno de juego, pero incluso él, que tiene unas cualidades innatas, ha tenido que trabajarse sus mejoras.

De unos años a esta parte, levanta la cabeza y con suma facilidad filtra pases increíbles o descuelga centros medidos que son medio gol, por no hablar de que en el uno contra uno es prácticamente infalible, ya que dispone de una abanico de recursos absolutamente infinito, imprevisible. Eso es Leo, un futbolista que toca con la mano la perfección.

Y eso tenerlo al lado, para sus compañeros de Selección y del Barça, es un seguro de vida cuando la bola quema, pero también supone una exigencia añadida que incluye elevar la concentración y ponerse al nivel de un asistente de un futbolista de época. Y hasta ahora Messi, que ha estado lesionado, ha visto demasiadas cosas que no le gustan en su Barça. Y las quiere corregir. Como capitán ha reunido a todos sus compañeros (además de a Ernesto Valverde) en el vestuario y les ha leído la cartilla, asegurando que hay que subir el nivel de intensidad y la calidad de sus acciones.

Y Leo quiere ver esos cambios ya, hoy mismo ante el Villarreal. Será más fácil porque su supervisión será in situ, sobre el terreno de juego y en el mejor escenario posible, el Camp Nou, pero no quiere sustos. Los culés no han empezado bien y un nuevo tropiezo hoy sería lapidario. El mensaje es claro: el que se relaje, que se dé por sentenciado. El Barça y Leo Messi, que estrena el premio ‘The Best’, saldrán hoy a las 21 horas (hora española) a morder a un Submarino Amarillo que puede pagar los platos rotos de Pamplona, Granada y Dortmund.  

Leo Messi, con el premio The Best