Nico Williams ha dejado de confiar en Ernesto Valverde y ya ha contactado con el Bayern
Los malos resultados del equipo, preocupan a Nico Williams
Los resultados y el juego del Athletic Club de Bilbao empiezan a encender las alarmas en San Mamés. El conjunto vasco, que venía ilusionando con un proyecto sólido bajo las órdenes de Ernesto Valverde, atraviesa un momento delicado y, en medio de todo ello, aparece la figura de Nico Williams. El extremo rojiblanco, que decidió no salir el pasado verano para apostar por el equipo de su vida, ya empieza a dudar si quedarse fue realmente la mejor decisión.
La última derrota ante el Villarreal ha dejado tocada la moral del vestuario y ha sembrado muchas dudas respecto al futuro inmediato del club. Y es que los leones afrontarán la Champions League con sensaciones muy negativas y un rendimiento irregular que preocupa a su gran figura. Nico siente que, cuando él no está en el césped, el equipo pierde toda su capacidad ofensiva y que, con este escenario, será muy complicado luchar por títulos importantes.

El Bayern de Múnich entra en escena
Ante esta situación, el entorno de Nico ya ha empezado a moverse. Según fuentes cercanas al futbolista, sus representantes han establecido los primeros contactos con el Bayern de Múnich para tantear una posible salida de cara al verano de 2026. El campeón alemán, siempre atento a jóvenes talentos con proyección internacional, ve en Nico un perfil perfecto para reforzar sus bandas y seguir compitiendo en la élite europea.
El jugador, por su parte, no ve con malos ojos este cambio de aires. Su ambición pasa por ganar títulos y consolidarse como uno de los mejores extremos del mundo, algo que en Bilbao empieza a parecer una quimera. El Bayern, con un proyecto deportivo consolidado y acostumbrado a pelear cada año por la Champions, se presenta como un destino más que atractivo.
Así pues, lo que parecía un compromiso a largo plazo con el Athletic podría romperse antes de lo previsto. Nico Williams ya ha dado los primeros pasos hacia un posible adiós y todo dependerá de cómo evolucionen los próximos meses. Si la dinámica negativa continúa, San Mamés corre el riesgo de perder a su mayor joya en busca de un reto mucho más ambicioso.